El exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato ha ingresado hoy en la cárcel madrileña de Soto del Real para cumplir cuatro años y medio de prisión por el uso de tarjetas opacas de Caja Madrid, tras pedir perdón "a la sociedad y las personas que se hayan podido sentir decepcionadas o afectadas".
Con un "no tengo ninguna prisa", el exministro, que ha hecho su aparición al filo de las 13:00 horas, saludaba a los medios congregados, ante los que ha querido agradecer públicamente, en su nombre y el de su familia, el apoyo recibido desde que hace tres semanas el Tribunal Supremo confirmara su pena.
Aparentemente tranquilo, quien fuera considerado "artífice del milagro económico español" llegaba al centro penitenciario en mangas de camisa, ataviado con un chaleco azul oscuro y dos bolsas negras con sus pertenencias, acompañado de su esposa al volante del vehículo familiar.
"En primer lugar, quiero decir que acepto mis obligaciones con la sociedad, que asumo los errores que haya podido cometer", comenzaba su discurso Rato, antes de disculparse ante quienes haya podido ofender con sus actos; seguidamente, ha emprendido su camino hacia la entrada principal.
Según han informado a Efe fuentes próximas a su entorno, el ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) ha escogido Soto del Real para favorecer futuros desplazamientos a la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares (Madrid), donde el 26 de noviembre comienzan las vistas por la salida a Bolsa de Bankia.
Previsto, al menos, hasta junio de 2019 y programado en 79 sesiones, durante el juicio la Fiscalía Anticorrupción solicitará cinco años de prisión para él por presunta estafa a inversores, si bien le exime del supuesto delito de falsedad contable que le atribuyen las acusaciones particulares y populares.
También en esta ocasión, la encargada de enjuiciar los hechos será la sección cuarta de la sala de lo Penal, la misma que dictó la sentencia condenatoria por las "black" y, por ende, el decreto de ejecutoria.
La entrada de Rato en prisión se produce, precisamente, un día después de que el tribunal que preside la juez Ángela Murillo rechazara mantenerlo en libertad hasta que exista un pronunciamiento sobre el amparo, que solicitará antes de que finalice noviembre, tras valorar que ha de ser el propio Constitucional el que resuelva acerca de su posible excarcelación.
Situada a casi 50 kilómetros del centro de la ciudad y construida en 1995, Madrid V -nombre oficial del centro- es una de las prisiones célebres de España, al haber alojado en alguna de sus más de 1.000 celdas a personajes como el expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán, o más recientemente a los expresidentes de la ANC y Òmnium Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, respectivamente, y el expresidente del F.C Barcelona, Sandro Rosell.
Ahora el exministro, que en las próximas horas deberá someterse a las revisiones médicas y psicológicas pertinentes antes de que se le asigne módulo, coincidirá con antiguos conocidos como el ex secretario de Estado de Hacienda Estanislao Rodríguez-Ponga, que desde el pasado miércoles cumple su pena a tres años y dos meses por las "black".
Pero también, con el extesorero del PP Luis Bárcenas, condenado por la trama Gürtel y en cuyo juicio declaró como testigo el propio Rato, que aseveró que los pagos que aparecen anotados a su nombre en los llamados 'papeles de Bárcenas' desde 1997 a 2004 no tenían "nada que ver" con él.
Allí responderá con el castigo impuesto por los magistrados, para los que Rato "mantuvo y amplió un sistema pervertido desde su origen", permitiendo a los titulares de las tarjetas utilizarlas sin necesidad de justificar los gastos como si fueran los "dueños del dinero".
Unas acusaciones que, en las próximas semanas, elevará al Constitucional el exvicepresidente del Gobierno, cuyo periplo judicial más allá de su gestión en banca, continúa con la investigación al origen de su fortuna..