"Ceder las competencias de Tráfico es el primer paso para forzar la salida de la Guardia Civil de Navarra". Esa es la máxima que impera entre los agentes del Instituto Armado desplegados en la Comunidad Autónoma, que en las últimas fechas han visto cómo Pedro Sánchez ha llegado a un acuerdo con la presidenta Uxue Barkos para que la Policía Foral asuma esta labor. Dicen que el arreglo supone un "desahucio" para 200 compañeros y sus familias, obligadas a abandonar la región: "Nos han vendido por unas monedas de plata".
La noticia saltó la semana pasada. Uxue Barkos viajaba a Madrid para reunirse con Pedro Sánchez. La presidenta navarra sostiene su presidencia en la Comunidad Foral en un cuatripartito. Barkos lidera la formación Geroa Bai, la marca navarra del PNV, y que cuenta con el apoyo de EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra (IU). Del mismo modo, aunque en otro plano, Sánchez necesitó el apoyo de los nacionalistas para llegar a la Moncloa.
En el encuentro entre Sánchez y Barkos, el presidente del Gobierno le anunció la cesión de las competencias de Tráfico, que recaerán en la Policía Foral de Navarra. Se trata de una reivindicación en la que coinciden formaciones políticas de todo el espectro de la Comunidad Foral. Actualmente en la región hay desplegados unos 1.600 agentes del Instituto Armado, distribuidos en 53 cuarteles.
"Un éxodo"
Los guardias civiles, no obstante, no coinciden en el fondo de la cuestión: "Esto es una cesión política de negociación de los presupuestos", denuncia José Cobo, secretario general de la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC), en conversación con EL ESPAÑOL. Según sus estimaciones, cerca de 200 guardias civiles tendrán que abandonar Navarra.
"Les obligan a un éxodo, a trasladar a sus familias y sus trabajos a otros sitios de España", detalla Cobo, quien insiste en que muchos de esos agentes "son navarros, tienen mujeres navarras e hijos navarros". "Se nos ha vendido por unas monedas de plata, este es el primer paso para sacar a la Guardia Civil de Navarra".
En términos similares se expresa la Asociación Pro Guardia Civil (APROGC): "Este objetivo representa un nuevo ataque a España y a su integridad territorial, conscientes del carácter vertebrador que representa el Cuerpo de la Guardia Civil". Desde la asociación hablan de "estupor e indignación": "Por otra parte, no es ningún secreto que el objetivo último del actual gobierno de Navarra no es otro que la expulsión total y definitiva la Guardia Civil de la Comunidad Foral".
Por su parte, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) define el acuerdo como "una nueva muestra de desprecio" al Instituto Armado: "Vuelve a incidir en la descoordinación policial, suponiendo una pérdida de competencia para los guardias civiles, cuyo trabajo sigue siendo objeto de faltas de respeto. Debemos hacer pública la gran preocupación que en estos momentos existe entre nuestros compañeros destinados en Tráfico en Navarra y sus familias ante la incertidumbre que ahora se abre respecto a su situación".
La pasarela a la Foral
Por eso, la AUGC señala que algunos de los guardias civiles afectados se están planteando la posibilidad de abrir una pasarela hacia la Policía Foral. Así, seguirían desarrollando su misma función y en la misma tierra, aunque en otro cuerpo policial.
Esta opción ya ha provocado las primeras reacciones en el panorama político. María Chivite, secretaria general del Partido Socialista de Navarra (PSN), ha planteado la opción de facilitar este trasvase de agentes. Desde EH Bildu, no obstante, la consideran "un error político y jurídico".