El Gobierno hará que repetir curso sea "excepcional" con su nueva ley educativa
- Los centros se encargarán de "organizar y adoptar medidas educativas ordinarias previas a la repetición" de los estudiantes.
- La propuesta ataca a los centros concertados eliminando la "demanda social" como criterio para acceder a su subvención.
Evitar el fracaso académico. Ese es el objetivo del borrador de reforma de la Lomce del Gobierno, que plantea que que los centros se encarguen de "organizar y adoptar medidas educativas ordinarias previas a la repetición" de los estudiantes. Las propuestas para ello debe decidirlas la junta de evaluación de manera colegiada.
Y va más allá, ya que, en el caso de repetir, "aquellos alumnos que excepcionalmente" lo necesiten, dispondrán de un plan individualizado de apoyo y se reforzará la "especial atención que requiere la escuela rural" para evitar el abandono escolar. Se trata de una personalización para cada uno de ellos a consideración del profesorado que supone una novedad en el sistema educativo. Podrán decidir si tienen exámenes diferentes y contenidos distintos.
Lo hace proponiendo "dar más capacidad de decisión al equipo docente en la valoración de la promoción de curso en la Educación Secundaria Obligatoria".
"Organizar y adoptar medidas educativas ordinarias previas a la repetición" es una de las propuestas para ayudar a los estudiantes que, en el caso de repetir, dispondrán de un plan individualizado de apoyo y se reforzará la "especial atención que requiere la escuela rural" para evitar el abandono escolar.
Las polémicas "revalidas" de evaluación de final de etapa de Primaria, ESO y Bachillerato, que actualmente están suspendidas, serán eliminadas, así como se volverá a las "pruebas de acceso a la universidad -selectividad- desvinculadas y posteriores a la obtención del título de Bachiller".
El objetivo del ministerio es convertir las evaluaciones de 6º de Primaria y de 4º de ESO en "muestrales y plurianuales" para poder conocer el estado del sistema educativo, pero sus resultados, en ningún caso, podrán ser utilizados para valorar a los alumnos o para la calificación de los centros.
En materia de centros concertados se eliminan las referencias a "una demanda social" para acceder a la educación privada subvencionada y se reforzará el principio de no discriminación por género.
Así, desparece la referencia a que la "educación diferenciada no se considera discriminación por género" y se priorizarán los conciertos con los centros que se rijan por el principio de la coeducación.
Religión no obligatoria
Además, la Religión ya no será materia de oferta obligatoria en 1º y 2º de Bachillerato ni su calificación contará en la nota media de acceso a la Universidad.
Son algunas de las medidas del documento "Propuesta para la Modificación de la Ley Orgánica de Educación", elaborado por departamento de la ministra, Isabel Celaá que, según ha adelantado La Vanguardia, será sometido a consultas en la comunidad educativa, ante de su posible aprobación en Consejo de Ministros antes de fin de año.
Su objetivo es "corregir los aspectos que han sido más vulneradores de la igualdad de oportunidades" por parte de la Lomce, diseñada por el exministro José Antonio Wert y aprobada en 2013, a pesar de las protestas que provocó.
El proyecto prevé que los alumnos no tengan la obligación de cursar una materia alternativa a la Religión, que ésta deje de ser "específica" en 1º y 2º de Bachillerato y que la calificación que se obtenga en la asignatura no cuente para la nota media de acceso a la Universidad, becas y otros similares.
Educación cívica
Además, se introduce la asignatura de "Educación en valores cívicos y éticos" en un curso de Educación Primaria y en otro de la ESO, según el borrador.
El ministerio quiere también "evitar cualquier efecto segregador derivado de la aplicación de programas de enseñanzas plurilingües" y se modificarán los criterios de baremación, reconociendo las situaciones de familias monoparentales, víctimas de violencia de género o de terrorismo, entre otros.
Propone también el departamento de Celaá una regulación de los currículos para potenciar una educación inclusiva y garantizar la equidad y la calidad, con lo que se quieren eliminar los itinerarios de 4º de la ESO para que "cualquier opción en la educación obligatoria conduzca a idéntica titulación".
La propuesta de Educación quiere también aumentar la autonomía de los centros, para lo que prevé reequilibrar las competencias del Consejo Escolar y de los directores de los centros públicos y concertados, así como mejorar el procedimiento de selección de los directores, aumentando la participación y el peso de la comunidad educativa en ellos.
El Gobierno busca una reforma con el "máximo" acuerdo
La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha afirmado que la reforma educativa es un "asunto mayor" para el Gobierno y que lo quiere acometer "con cierta rapidez" y con el "máximo" acuerdo para lograr un sistema "que nos dure mucho tiempo".
"Para eso hace falta acuerdo" y "estamos en unas buenas condiciones de alcanzarlo", ha manifestado la vicepresidenta en Mérida, donde este viernes ha mantenido una reunión de trabajo con el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara.
En rueda de prensa, a preguntas de los periodistas sobre el borrador de la reforma de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce), ha indicado que se trata de un "asunto mayor" para el Ejecutivo de Pedro Sánchez, que se quiere afrontar "con diálogo, acuerdo y contando con todo el mundo", pero también "con una cierta rapidez".
"Nuestro objetivo era hacer desaparecer la Lomce y vamos rápido, pero lo tenemos que hacer como corresponde", con el "acuerdo máximo posible" del resto de las fuerzas políticas en sede parlamentaria, pero también en las negociaciones correspondientes, ha añadido.
Se trata, ha subrayado, de lograr una educación del siglo XXI que goce de "todos los apoyos de estabilidad" para que "nos dure mucho tiempo", frente a una Lomce que fue redactada por el PP "unilateralmente".
La vicepresidenta, que ha precisado que se pretende llegar a final de año con el trabajo de negociación concluido, ha argumentado que España necesita una educación de calidad, algo que tiene que ver con asuntos como la ratio profesor/alumnos, la "dignidad" de la profesión docente, y con la igualdad entre hombres y mujeres, "que se aprende en las aulas".
"Tiene que ver -ha agregado Carmen Calvo- con la educación en valores democráticos y éticos para sostener el valor inmenso que supone tener democracias en el mundo".