El anteproyecto de la reforma educativa que prepara el PSOE recoge la libertad de las comunidades autónomas con lengua propia para decidir en qué lengua estudiar las diferentes materias y marcar la proporción del uso del castellano y la lengua cooficial.
El borrador de anteproyecto de ley orgánica para modificar la Lomce de la ministra de Educación, Isabel Celaá, deshace la obligación de una proporción razonable establecida actualmente por ley. Este texto podría aprobarse a finales de año.
"Las Administraciones educativas fijarán la proporción del uso de la lengua castellana y la lengua cooficial como lengua vehicular, así como las materias que deban ser impartidas en cada una de ellas, pudiendo hacerlo de forma heterogénea en su territorio, atendiendo a las circunstancias concurrentes", dice el texto.
Se matiza, a pesar de dejar libertad a cada comunidad para decidir, que "las administraciones educativas deben garantizar el derecho de los alumnos y alumnas a recibir la enseñanza en castellano, lengua oficial del Estado, y en las demás lenguas cooficiales en sus respectivos territorios".
Según el escrito, dependerá de las comunidades que los alumnos adquieran la competencia necesaria: "Promoverán la realización de análisis por parte de los centros de modo que se garantice que todos los alumnos alcanzan la competencia en comunicación lingüística en lengua castellana y, en su caso, en las lenguas cooficiales en el grado requerido".
Y añade que los centros "impulsarán la adopción de medidas necesarias para compensar las carencias que pudieran existir en cualquiera de las lenguas".