El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está fuera de casa en una semana complicada. Este jueves ha aterrizado en Cuba, un viaje exprés de apenas 24 horas en las que se reunirá con Miguel Díaz Canel, su homólogo cubano, con el objetivo de ahondar en las relaciones bilaterales con este país. Sin embargo, a este lado de Atlántico, en Bruselas, el acuerdo sobre el brexit está patas arriba y la situación de Gibraltar, en peligro.
Ni la conversación que mantuvo Sánchez con la primera ministra británica Theresa May antes de su partida, ni las amenazas del presidente de bloquear la cumbre del próximo domingo 25 si no se resolvía el asunto del Peñón, han servido para impedir a la Unión Europea ignorar la petición del Gobierno y firmar el acuerdo del brexit con Theresa May.
En la noche del pasado miércoles el equipo de Exteriores descubrió que alguien "con alevosía y nocturnidad" había incluido en el texto acordado del Acuerdo de Salida un artículo, el 184 en concreto, según el cual los asuntos sobre Gibraltar se abordarían entre Reino Unido y la UE, sin hacer mención a España, tal y como se había incluido en el borrador de la declaración política.
Ante esta situación, el secretario de Estado para la UE, Luis Marco Aguiriano ha asegurado que el Gobierno apoyará el Acuerdo si consigue "claridad suficiente sobre las implicaciones" jurídicas y políticas del artículo 184, "si no, no".
El presidente del Gobierno, sin embargo, tendrá que gestionar la crisis con sus ministros desde la lejanía, pues Moncloa ha decidido mantener en su agenda el viaje a Cuba, donde aterrizó este mismo jueves pasadas las 22.00 hora española, y no será hasta el domingo cuando acudirá a Bruselas a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE, donde se tratará el borrador del acuerdo del brexit.
Nada más pisar tierra cubana, Sánchez se ha apresurado en reafirmar su posición a través de un mensaje en Twitter. "Mi Gobierno siempre defenderá los intereses de España. Si no hay cambios, vetaremos el Brexit".
Críticas al viaje
Las críticas a Sánchez por estar ausente mientras en España se están dirimiendo asuntos importantes como el estado de Gibraltar tras el brexit o la negociación de los Presupuestos, llegaron durante las últimas semanas desde varios frentes.
El líder de Podemos, Pablo Iglesias, le ha recriminado al presidente que atendiera antes los asuntos ajenos a los propios y afirmaba que "los viajes al extranjero están muy bien, pero primero hay que arreglar lo de casa".
También la pasada semana, el ex presidente Aznar criticó duramente a Sánchez durante la presentación de otro informe de la Fundación sobre la situación en América Latina, en la que acusó al Ejecutivo de tener "aires populistas" que son "verdaderamente contaminantes".
Unos días después, en la víspera de la salida de Sánchez a Cuba, Faes, la fundación que dirige el ex presidente, hizo público un informe en el que pedía "ahogar ideológicamente" a la isla, y no establecer relaciones. “Es el momento de acabar pacífica pero firmemente con el régimen cubano, ahogado en su propia incompetencia económica y de gestión”, añadía.
Suspende viaje a Islandia
Tras conocerse la decisión de la Unión Europea de dejar fuera de las negociaciones a España sobre Gibraltar, el Ejecutivo informaba de que cancelará su viaje a Islandia, previsto para el lunes 26 de noviembre, y en el que se iba a entrevistar con su homóloga de este país, Katrín Jakobsdóttir.
En las próximas semanas el presidente sí tiene previsto recibir en España al presidente de China, Xi Jinping. Después, volverá a Latinoamérica para participar en Buenos Aires, los días 30 de noviembre y 1 de diciembre, en la cumbre del G20.