El presidente chino, Xi Jinping, ha comenzado este martes una visita de Estado de dos días a España durante la que se van a firmar acuerdos en diversos ámbitos, entre ellos, el agrícola, para favorecer las exportaciones al país asiático de carne porcina y uva de mesa.
El encuentro coincide con la tensión comercial entre el gigante asiático y Estados Unidos por lo que Europa es vista por Jinping como una alternativa e incluso como una aliada en esa pugna. La buena relación de China con España permite que esta visita sea un paso adelante para avanzar en su propósito.
El presidente chino se ha mostrado abierto a aumentar las exportaciones españolas y atraer a las empresas a una nueva ruta de la seda. Los convenios para ello se centran en el producto porcino y la uva de mesa.
Su viaje a España llega tras afirmar Donald Trump que ve "buenas opciones" de llegar a un acuerdo con su homólogo chino para bajar el tono a la guerra comercial entre ambas potencias, cuando ambos se reúnan este fin de semana en Buenos Aires con motivo de la cumbre del G20.
"En su opinión, hay buenas opciones de que se pueda llegar a un acuerdo, y él está abierto a eso", afirmó el principal asesor económico de Trump, Larry Kudlow, en una rueda de prensa en la Casa Blanca.
Trump y Xi mantendrán una "cena de trabajo" junto a sus respectivos equipos durante la visita de ambos a Argentina, según la Casa Blanca, que no especificó la fecha de ese encuentro.
El mandatario estadounidense exigirá en esa cita que Pekín cumpla "ciertas condiciones" para asegurar que el comercio bilateral es "justo y recíproco", explicó Kudlow.
"Por ejemplo, deben resolverse los problemas del robo de propiedad intelectual, de transferencias forzadas de tecnología, de las barreras aduaneras y no aduaneras", indicó el funcionario.
Jinping, que llegó la tarde del martes procedente de Pekín con una nutrida comitiva, es el primer jefe de Estado chino en viajar a España desde que lo hiciera Hu Jintao en 2005, cuando se firmó el convenio de relación preferente entre ambos países.
Su primera actividad oficial fue una reunión con Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela, seguida de una cena con la reina Letizia y la esposa de Xi, Peng Liyuan.
Los reyes le han dado la bienvenida en el Palacio Real, antes del encuentro que Xi y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mantendrán en el Palacio de la Moncloa para sellar una declaración conjunta que reforzará la alianza estratégica.
China dio luz verde a la importación de productos porcinos, entre ellos, el jamón, en 2007 después de años de negociaciones, pero aún existían restricciones sobre la carne de cerdo.
"Con estos acuerdos, se abren grandísimas posibilidades a la industria cárnica española para acceder al mayor mercado consumidor del mundo, que tienen allí una gran demanda y en una condiciones muy ventajosas", han explicado fuentes del Gobierno.
El acuerdo sobre carne porcina regula los requisitos sanitarios para ampliar el catálogo de productos exportables al país asiático, que incluye carne fresca y productos curados, como el jamón con hueso, la paleta, el lomo, el salchichón y el chorizo. También carne congelada y despojos, que ya se exportaban, pero sin cobertura legal.
En cuanto a la uva de mesa, el convenio que fija los requisitos fitosanitarios para su exportación va a suponer "de facto" la apertura del mercado chino a este producto, según Moncloa.
La visita de Xi propiciará además la firma de otros convenios para evitar la doble imposición fiscal, facilitar la colaboración económica en Asia, África y América y fomentar la enseñanza del español en China, entre otros.
Se sellarán igualmente varios acuerdos entre empresas de los dos países sobre electricidad, sistema bancario, puertos o telefonía, con el fin de que operadores españoles puedan actuar en la potencia asiática.
La pretensión de Xi es involucrar a compañías españolas en el multimillonario proyecto de infraestructuras y comunicaciones de las nuevas rutas de la seda.
El Gobierno no rubricará este plan de forma general, como tampoco lo han hecho otros países como Alemania o Francia, porque desea encauzar esa relación mediante la reciente "estrategia de conectividad" suscrita entre la UE y Asia, según las fuentes de la Moncloa.
"No tendría sentido lanzar nosotros una iniciativa y luego no aprovecharla y sumarnos a otra, aunque ésta tenga aspectos que nos parecen interesantes", señala el Gobierno, que precisa que no sumarse a la iniciativa en su totalidad no significa cerrar la puerta a participar en proyectos concretos y acudir a los foros que se organicen en ese contexto.
El Gobierno chino ya ha invitado a Sánchez a participar en la segunda edición de la Cumbre de la Franja y la Ruta, prevista para abril de 2019, lo que se formalizó cuando la ministra de Industria, Reyes Maroto, visitó Pekín el pasado 25 de octubre.
La agenda de mañana de Xi incluye una visita al Senado, donde ha hecho su primera intervención, y al Ayuntamiento de Madrid, para recibir la Llave de Oro de la ciudad de manos de la alcaldesa, Manuela Carmena.
Por la noche, los reyes le ofrecerán una cena de gala en el Palacio Real.
También está previsto un foro empresarial hispano-chino en la CEOE.
Desde Madrid, única escala en Europa, el presidente chino emprenderá rumbo a Argentina el jueves por la mañana para participar en la reunión del G20, donde volverá a coincidir con Sánchez.
Con motivo de la presencia de Xi en Madrid, una veintena de activistas de Amnistía Internacional ha desplegado hoy una pancarta gigante frente a la sede de Google en Madrid en protesta por los supuestos planes de la tecnológica de lanzar un buscador en China que acataría la censura en ese país.