La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha avanzado este jueves que los padres que hayan cobrado permisos de paternidad en los últimos cuatro años también podrán reclamar la devolución del IRPF, igual que ocurrirá con los permisos de maternidad.
En declaraciones a los medios tras participar en la presentación del Sorteo de la Lotería Nacional con motivo del 40 aniversario de la Constitución, Montero ha señalado que se devolverá las cantidades retenidas indebidamente tanto a los permisos de maternidad como a los de paternidad.
La ministra ha señalado que se está ultimando la fórmula para efectuar las devoluciones -relativas a los periodos no prescritos, es decir, los últimos cuatro años- y ha confiado en que pueda explicarse el procedimiento la próxima semana.
El pasado mes de octubre, el Tribunal Supremo declaró exentas del pago del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) a las prestaciones por maternidad percibidas de la Seguridad Social, lo que beneficia tanto a quienes las cobren a partir de ahora como a quienes las recibieron en los últimos cuatro años, que es el periodo no prescrito.
Montero ya cifró entre 1.100 y 1.200 millones de euros el impacto de las devoluciones, si bien en ese momento sólo se refería a las de maternidad.
Ahora, la ministra amplía la exención de IRPF a los permisos de paternidad, con las consiguientes devoluciones, que para los ejercicios 2014 a 2017 beneficiará a 938.584 padres, de acuerdo a los datos de la Seguridad Social.
Solo en los nueve primeros meses del año, la Seguridad Social abonó 190.053 prestaciones de paternidad, por un importe total de 308,6 millones de euros.
La prestación por paternidad, al igual que las de maternidad, es equivalente a la totalidad del salario, se abona directamente por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). Este permiso es independiente del de maternidad y compatible con el disfrute compartido cuando es cedido por la madre.
El permiso de paternidad era de quince días hasta inicios de este año, cuando se amplió a cuatro semanas para después pasar, a partir de julio, a cinco.