Cataluña es incapaz de atraer y retener empresas. La comunidad ocupa en 2018 el último puesto del Índice Autonómico de Competitividad Fiscal realizado por la economista Cristina Berechet y publicado por la Unión de Contribuyentes en colaboración con la Tax Fundation de EEUU.
La comunidad ha obtenido una puntuación de 4,93 sobre 10 y cae hasta el último puesto, por detrás de Extremadura, farolillo rojo en 2017.
A Cataluña no le ha servido mejorar su puntuación respecto al último año en 18 centésimas porque los cambios en la política fiscal llevados a cabo por Extremadura, bajando la fiscalidad a las rentas más bajas, le ha hecho situarse en el puesto 15, dejando el último lugar para la región gobernada por Torra.
Según ha publicado La Vanguardia, en palabras de Berechet, "a Cataluña le pesa no haber hecho ninguna reforma fiscal y tener más impuestos autonómicos (13) que el resto. Además, tiene graves deficiencias en el Impuesto de la Renta y en Patrimonio”.
La Comunidad de Madrid y Euskadi ocupan los primeros puestos en competitividad fiscal. El País Vasco encabeza la lista, seguida de Madrid.
El Índice separa las tres provincias vascas, ya que cada una de ella cuenta con una administración fiscal propia. Vizcaya es la región más competitiva con 7,16 puntos, Álava 7,11 y Madrid con 6,95.
Asturias y Navarra son las que más puestos han perdido en 2018. El Principado ha caído cuatro puestos hasta el 18 y Navarra, que tiene Hacienda propia, se ha colocado en el décimo desde el séptimo de 2017.