La Policía Judicial y la Fiscalía portuguesa investigan si existen conexiones entre ETA y el robo de un arsenal de armas en la localidad de Tancos, en verano de 2017, después de que la banda anunciase su alto el fuego definitivo. Uno de los ladrones, João Paulinho, aseguró a las autoridades lusas que actuó bajo petición de la organización terrorista. Portugal cursó una comisión rogatoria a España solicitando información sobre la situación de ETA en el momento en el que se produjo el robo. Fuentes policiales españolas, no obstante, señalan que los terroristas no tenían suficiente capacidad operativa para gestionar un asunto de esta envergadura y restan credibilidad al testimonio del investigado luso .
La revelación sobre la investigación abierta en Portugal llega este jueves desde la revista portuguesa Sábado. Los periodistas Nuno Tiago Pinto y Eduardo Dámaso informan de las últimas novedades del robo que tuvo lugar en el arsenal militar de Tancos en junio de 2017, considerado el mayor fallo de seguridad en una instalación militar desde la creación de la Unión Europea. El elevado número de armas y municiones sustraídas generó una fuerte alarma en el país luso y en toda la UE, atenazada por la fuerte amenaza terrorista de carácter yihadista.
En esas fechas, ETA estaba en pleno proceso de desarme; bien por la propia entrega de su supuesto arsenal, o bien por la intervención policial que propició la localización de varios de sus zulos. Ese era el paso previo a su desaparición definitiva, fruto del acoso de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que ya habían desarticulado todas las cúpulas de la banda terrorista.
¿Con qué intención se asaltó el arsenal de Tancos? Esa es la respuesta que tratan de responder los investigadores, en un escándalo que ha provocado la dimisión del ministro de Defensa José Alberto de Azeredo. De acuerdo a las informaciones publicadas por la revista Sábado, uno de los implicados en el robo, João Paulino, aseguró que había actuado a petición de ETA. Su versión pondría en entredicho la valoración del primer ministro portugués, António Costa, quien recientemente desvinculó el robo de cualquier fin terrorista.
La declaración de Paulino
El testimonio de Paulino asevera que fue la banda terrorista ETA quien le pidió que robase munición. Los ladrones, además de llevarse del arsenal casi 1.500 cartuchos de munición de 9 milímetros, sustrajeron grandes cantidades de explosivos, armas y granadas. ETA, no obstante, habría rechazado todo ese armamento -siempre siguiendo el testimonio del detenido-, puesto que sólo querían las balas y no todo lo demás. El escándalo mediático que desató el caso habrían terminado por romper el acuerdo comercial.
La mayoría de las armas fueron localizadas al cabo de unas semanas en la localidad de Chamusca. Las autoridades lusas investigan si ese hallazgo fue un montaje para proteger a uno de los ladrones detenidos, con pasado en las Fuerzas Armadas portuguesas. Las localizaciones reveladas por los teléfonos móviles de algunos militares que localizaron las armas sustentarían la existencia del embuste.
Tras la declaración de João Paulino, las autoridades portuguesas cursaron una comisión rogatoria a España pidiendo información sobre ETA. Fuentes de la Seguridad del Estado consultadas por EL ESPAÑOL confirman que la solicitud llegó a la Audiencia Nacional. Desde la Policía Nacional y la Guardia Civil, no obstante, descartan que la banda terrorista pudiese articular un robo de esta envergadura. Principalmente, porque su estructura operativa -casi inexistente- no se lo permitía. Además, los cuerpos y fuerzas de seguridad españolas no tienen información alguna de que ese pedido de armamento se produjera. Algo que dejaría en una pantomima el fin de ETA.
La información publicada por la revista portuguesa recuerda la trayectoria que ETA ha tenido dentro de sus fronteras. La policía lusa detuvo en marzo de 2010 al etarra Andoni Zengotitabengoa Fernández, tras localizar un potente arsenal de la banda terrorista oculto en la localidad de Obidos. Aquel hallazgo frustró los planes de la organización criminal de abrir una vía de escape en Portugal, frente a la presión policial que sufrían en España.
El escándalo en Portugal
El robo del arsenal de Tancos desató una fuerte polémica en Portugal. Los medios se preguntaban cómo era posible que se hubieran sustraído todas esas armas de un recinto militar fuertemente protegido. Este es el inventario del material robado, que adelantó en exclusiva EL ESPAÑOL:
1450 | Cartuchos de 9 mm |
22 | Bobinas de hilo para activación por tracción |
1 | Disparador de descomprensión |
24 | Disparadores de trracción lateral multidimensional inerte |
6 | Granadas de mano de gas lacrimógeno CS/MOD M7 |
10 | Granadas de mano de gas lacrimógeno CM Anti-motim M/968 |
2 | Granadas de mano de gas lacrimógeno Triplex CS |
90 | Granadas de mano ofensivas M321 |
30 | Granadas de mano ofensivas M962 |
30 | Granadas de mano ofensivas M321 (en corte - para instrucción) |
44 | Granadas cohete anticarro 66 mm con espoleta M4112A1 con lanzados M72A3 - M/986 LAW |
264 | Unidades de explosivo plástico PE4A |
30 | CCD10 (Carga de corte) |
57 | CCD20 (Carga de corte) |
15 | CCD30 (Carga de corte) |
60 | Iniciadores IKS |
30,5 | Láminas KSL (Lámina explosiva) |
Los investigadores tratan de dirimir los motivos que sustentaron el robo e investigan todas las posibilidades. Incluso la hipótesis de que ETA hubiese dado la orden, pese a que Policía Nacional y Guardia Civil no le dan credibilidad.