El lehendakari Iñigo Urkullu ofreció en el convulso octubre de 2017 al entonces presidente catalán Carles Puigdemont una “estrategia compartida entre Cataluña y Euskadi” para conseguir sendos referéndums de autodeterminación pactados con la Unión Europea. La propuesta, según ha podido confirmar EL ESPAÑOL, llegó a la Generalitat el día 22 de octubre, una semana antes de que Puigdemont proclamara la independencia de Cataluña y en mitad de las negociaciones para intentar evitar esa declaración unilateral (DUI).
“Mi propuesta concreta es liderar una nueva estrategia, abrir un nuevo ciclo, basado en la perseverancia democrática, tomar la iniciativa y convocar unas elecciones que asienten sobre el principio democrático la demanda de un mayor autogobierno, la reforma de un modelo de Estado que asuma las realidades nacionales que lo integran y la demanda mayoritaria de un referéndum legal y pactado que cuente con el respaldo de las instituciones europeas como fórmula a esta cuestión de naturaleza política”, escribía entonces el presidente vasco, en una misiva enviada directamente a su homólogo catalán.
Tal y como ha desvelado EL ESPAÑOL, Urkullu intentó en todo momento que Puigdemont no declarara la independencia en ese momento porque lo veía prematuro y muy arriesgado. En sus cartas alude de forma constante al riesgo de fractura social y a la falta de un apoyo mayoritario en la sociedad que haga posible el reconocimiento internacional a una Cataluña independiente. Pero también muestra su preocupación por que el conflicto catalán dé pie a una merma de cotas de autogobierno tanto para Cataluña como para el País Vasco.
Por ello, el lehendakari considera que la aplicación del 155 por parte del Gobierno de Mariano Rajoy sería “una medida extrema y desproporcionada” pero “también reversible en función de las iniciativas que como president propongas y adoptes en los próximos días”. Así, el líder del PNV recuerda a Puigdemont que las ideas democráticas no pueden estar basadas “en una vía unilateral, sino en la bilateralidad fundamentada en pacto y democracia, con la mirada puesta en la Unión Europea [...] En euskera utilizamos la palabra irauntza o iraute, perseverancia. Plena de significado en un proceso como el que nos ocupa”.
"Un hito en vuestra historia"
A juicio de Urkullu, “el proceso” que han impulsado los nacionalistas catalanes “ha mostrado al mundo una gran capacidad de organización, firmeza y determinación”. “Es indudable que marcará un hito en vuestra historia y ofrecerá un legado positivo porque ha evidenciado la existencia de una voluntad social realmente diferenciada que demanda soluciones políticas”, añade. Y asegura que las decisiones que ha ido adoptando el Gobierno español “son la prueba más que evidente de la falta de altura de miras ante la situación”.
Por ello, Urkullu reitera su propuesta de configurar un frente común nacionalista, supeditado a que Puigdemont no declare de forma unilateral la independencia: “Lo alcanzado es mucho, porque es mucho lo ganado en conciencia política en la sociedad, no solo en la catalana, y en la repercusión internacional. Pero sinceramente, no parece que alcanza la mayoría significativa de la sociedad, por lo que mucho es también el riesgo de pérdida de lo conseguido en sentido de autogobierno y bases para la solución acordada, que nos permita profundizar en nuestro desarrollo, no solo en Cataluña, y no solo en el Estado español”.
“Lo alcanzable es más si se actúa desde el realismo y la responsabilidad”, recuerda Urkullu a Puigdemont, tras recordarle el riesgo de que la sociedad catalana caiga “en un ejercicio mantenido en el tiempo de fractura social y frustración”. “Lo alcanzable es más, querido president, si acudes a la sesión del Senado e inmediatamente eres tú quien abre las urnas y se retoma la acción sobre la base de unas mayorías más solidas, cohesionadas e integradoras que las logradas hasta la fecha”, recomienda el lehendakari. Algo a lo que Puigdemont hizo oídos sordos.