El expresident de la Generalitat y exministro Eduardo Zaplana sigue ingresado en el Hospital La Fe de Valencia por quinto día consecutivo mientras su familia lamenta el sufrimiento que padece al no poder verlo.
Así lo han confirmado fuentes sanitarias y de la defensa del también expresidente del PP y exdirectivo de Telefónica, tras la confusión que se ha generado este sábado por la difusión en redes sociales de su posible fallecimiento.
Zaplana se encuentra aislado en el citado hospital, tanto por su condición de detenido como por su situación sanitaria, por lo que sus familiares no pueden visitarle.
El ex político popular está siendo tratado en La Fe para que el deterioro que sufre, como consecuencia de una leucemia, no sea "irreversible", según explicaron este viernes a Efe fuentes de su defensa.
Eduardo Zaplana lleva seis meses en prisión incondicional y sin fianza en la cárcel de Picassent como investigado por su presunta implicación en delitos de cohecho, blanqueo de capitales, malversación y prevaricación en el marco del caso Erial, que sigue bajo secreto de sumario a cargo del Juzgado de Instrucción número 8 de Valencia.
"El tratamiento que está recibiendo -desde el pasado martes- no es en absoluto rutinario, no se lo habían hecho nunca antes", añadieron las mismas fuentes.
Cada quince días suele acudir desde la citada cárcel a La Fe para someterse a distintas pruebas médicas y recibir tratamiento por la leucemia que padece desde 2015, cuando se sometió a un trasplante de médula.
Sin embargo, recientemente ha experimentado un deterioro físico que ha "alarmado" tanto a los médicos de Picassent como a los de La Fe, que han emitido sendos informes "bastante coincidentes", según la fuentes de su defensa, y que ha propiciado su ingreso hospitalario.
A raíz de un tuit del Partido Popular, el jueves se sucedieron en las redes sociales las peticiones de "humanidad" -procedentes de dirigentes políticos de distintos signo- para que el ex president sea tratado de su enfermedad en un hospital y no en la cárcel.