Pedro Sánchez da por hecho que PP, Ciudadanos y Vox llegarán a un pacto de investidura y considera que en Andalucía se está "cerrando un ciclo político", el que permitió al PSOE gobernar ininterrumpidamente 36 años. Pero, en paralelo, el presidente del Gobierno cree que en el conjunto del país se inicia otro ciclo político liderado por él mismo.
La frase fue pronunciada en una entrevista concedida a la Agencia EFE por el también líder del PSOE. "Le diré una cosa, hay análisis que se equivocan. Creo que en Andalucía se estaba cerrando un ciclo político y en España se está abriendo un ciclo político, y ese ciclo político quien lo está abriendo es el PSOE a nivel estatal", dijo Sánchez.
Ambas cosas no son posibles, según fuentes del PSOE andaluz, donde no ha sentado nada bien la afirmación. "Que no se le olvide que el ciclo político empieza siempre en Andalucía. Siempre ha sido así. Antes de llegar al Congreso y al resto de parlamentos autonómicos, Podemos irrumpió aquí", explican estas mismas fuentes. Se refieren a Vox, partido que por sus casi 400.000 votos y 12 escaños en las últimas elecciones andaluzas protagoniza la actualidad política como llave de un posible gobierno de PP y Ciudadanos en la Junta.
"Y más del 20% del voto del PSOE viene de Andalucía y casi el 25% del grupo parlamentario del Congreso son diputados andaluces", recuerdan las mismas fuentes. "Si el ciclo comienza en Andalucía, que se agarre los machos y que se prepare, porque el impacto en el resto de España puede ser tremendo", sostienen. En las últimas elecciones, el PSOE de Susana Díaz fue la fuerza más votada, con casi el 28% de los votos, un porcentaje superior al logrado por el PSOE en las últimas generales (22,6%). "No se puede olvidar que el PSOE gana aquí las autonómicas pero Sánchez perdió las últimas generales".
Disparos en el pie
En el PSOE andaluz no se explican cómo Sánchez habla ya del cierre de un ciclo político como quien da carpetazo a una época antes incluso de que esté clara la investidura de Juanma Moreno, presidente del PP en la comunidad. Es más, en los últimos días, las exigencias de Vox en asuntos como violencia de género o, en general, en querer ser tratado como un igual por PP y Ciudadanos están entorpeciendo la investidura de Moreno, que esperaba aterrizar en la Junta la semana que viene.
"Hay muchos dirigentes en toda España desconcertados con Pedro, que en vez de apoyar al partido en Andalucía y hacer frente a la extrema derecha se empeñe en dispararse al pie y hacer de coartada a las tres derechas", explican las mismas fuentes.
Según este razonamiento, Sánchez busca derribar a Susana Díaz como contrapeso interno en el partido y eso pasa por dar por finalizada su etapa en la Junta aun sin que haya nuevo presidente. Pero, por el camino, el líder del PSOE buscaría una polarización política en la que él se situase como alternativa a un conjunto de partidos de centroderecha luchando por el mismo espacio.
"Parece que Pedro es el único que no se ha dado cuenta del impacto que ha tenido su política sobre Cataluña en las expectativas del PSOE", lamentan desde el PSOE andaluz.
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