El presidente del Gobierno ha admitido que el proceso para exhumar los restos del dictador Franco se ha complicado más de lo que había previsto.
"Está siendo más largo de lo que inicialmente previmos, pero creo que eso es bueno, porque está garantizando el derecho en este caso de las personas aludidas de poder alegar, plantear sus diferentes visiones y sus discrepancias y, cuando llegue el momento y se finalice el procedimiento administrativo, el Consejo de Ministros resolverá", asegura.
Basa la decisión en resoluciones del Congreso, la Ley de Memoria Histórica y las exigencias de "un Estado social y democrático de derecho".
Preguntado si garantiza que los restos no serán trasladados a la Catedral de la Almudena, da a entender que por razones de seguridad no será sepultado en ese lugar. Según explica, "ha habido un informe en este caso de la Delegación del Gobierno muy contundente respecto a los problemas de seguridad que pudiera plantear su reinhumación en la Almudena".