Después de la marcha de este sábado en Avilés, más de 2.000 personas se han manifestado este domingo en A Coruña contra el cierre de las plantas que la multinacional del aluminio Alcoa posee en la localidad gallega y en la ciudad asturiana y han reclamado al Gobierno una solución que evite el despido de los trabajadores.
La manifestación, que ha arrancado a las 12.00 horas en la plaza de A Palloza en A Coruña y ha recorrido las calles de la ciudad hasta la Delegación del Gobierno, ha sido encabezada por una pancarta portada por niños que rezaba "Alcoa déixanos sen futuro" -Alcoa nos deja sin futuro- y con cánticos como "¡Alcoa no se cierra!", entre humo de bengalas, y con la presencia de representantes políticos del PP, En Marea, PSdeG y BNG, así como del alcalde, Xulio Ferreiro.
Los trabajadores de Alcoa han alertado de que, en caso de no se encuentre una solución, el 15 de enero la multinacional norteamericana hará efectivos los despidos anunciados. "La inquietud es muy grande y es normal que la gente manifieste su enfado con lo que está pasando", ha señalado el presidente del comité de empresa de Alcoa, Juan Carlos López Corbacho.
"Nos sobran motivos para estar enfadados. Hay mucho apoyo político y muy buenas palabras pero al final no se define una apuesta del Gobierno", ha explicado López Corbacho a Europa Press. De esta manera, la plantilla de Alcoa ha pedido al Gobierno de Pedro Sánchez "que se deje de ser tan contemplativo" y que intervenga en un sector "estratégico".
Asimismo, el presidente del comité de empresa ha reclamado al Gobierno que, o bien alcance un acuerdo con Alcoa, ya que la compañía "está dispuesta a cederle las dos empresas", o busque un inversor que se haga cargo de las plantas de la compañía.
Para López Corbacho, existe una falta de voluntad política. "No sabemos a qué espera el Gobierno para tomar una decisión valiente. Somos el metal del futuro. Tenemos la industria, el conocimiento, las instalaciones. Lo tenemos todo. No hay explicación", ha añadido.
Además, ha censurado que "sólo son necesarios cinco minutos" para acabar con esta situación. Sin embargo, ha recordado que el 15 de enero es el día que Alcoa ha puesto de límite para hacer efectiva su última propuesta: mantener 200 puestos de trabajo en las fundiciones de las fábricas de Avilés y La Coruña, despidiendo al resto (más de 350 trabajadores) mediante la aplicación de planes de prejubilación, indemnización o recolocación.
Una medida que, a su juicio, dejaría sus plantas en una situación "de agonía" con cerca de 100 trabajadores cada una, ya que tendrían unas pérdidas de cuatro millones de euros al año.
Los empleados de Alcoa opinan que la pretensión de la multinacional estadounidense es cerrar las fábricas que posee en España para importar sus materiales desde otras factorías que tiene en el resto del mundo.