La división del centroderecha supuso una extensión del espectro en Andalucía. La fuerte irrupción de Vox hizo bajar al PP pero, combinada con la desmovilización de la izquierda, permitió a los electores tener una amplia oferta a la que votar que acabó produciendo un vuelco electoral sin precedentes en España.
Esa división podría tener efectos muy diferentes o incluso contrarios en el conjunto de España, ya que incluso avanzando en votos podría perder en escaños, según los sondeos de SocioMétrica para EL ESPAÑOL. En el Senado podría llegar a producirse un vuelco. El PP tiene una clara mayoría absoluta entre los parlamentarios electos en las urnas, que son la mayoría de los que componen la cámara. En total, 208 de los 266 escaños son elegidos directamente en las urnas, en listas abiertas. De estos, el PP tiene 130 en la actualidad. Ahora mismo no le hacen falta más que cuatro de los 20 senadores por designación autonómica que tiene para controlar absolutamente la cámara.
Si los ciudadanos votasen al Senado de una forma similar a cómo lo harían al Congreso, el Senado dejaría de ser azul y en él podría reproducirse la mayoría de la moción de censura que hizo a Sánchez presidente, según la proyección de SocioMétrica para este periódico.
El PP, de 130 a 61 escaños
El PP y los partidos con los que se presentó en coalición pasaría de tener 130 senadores por elección directa a tan solo 61, menos de la mitad. El desplome apenas es compensado por una subida de Ciudadanos, que ahora no tiene ningún senador electo y pasaría a tener 20. Vox irrumpiría con 8, una cifra excelente teniendo en cuenta que hasta el 2 de diciembre no tenían representación en ningún Parlamento.
En total, el centroderecha sumaría 89 parlamentarios, lejos de la mitad de los senadores elegidos directamente en las urnas (104), que podría tomarse como referencia para una posible mayoría en la cámara.
El PSOE duplicaría
Sería la mayoría de la moción de censura la que podría controlar cómodamente el Senado, acabando con su función de silla eléctrica para el Gobierno en lo político. El PSOE duplicaría sus senadores elegidos en las urnas, desde los 43 de los que ahora dispone hasta los 86. Si se suman los 14 de Podemos (que baja dos), se queda al borde de la mayoría absoluta de los electos, que alcanzaría fácilmente con ERC (11), PNV (5) o PDeCAT (2).
Se trasladaría así al Senado una de las pesadillas del centroderecha: que siendo más partidos, cubriendo más segmentos ideológicos e incluso teniendo más votos que en las últimas elecciones acabe teniendo una menor representación por la disgregación del voto, que hace que muchos no contribuyan a formar escaño.
Esta tendencia es fácilmente observable en las elecciones al Congreso, cuyos datos se han tomado para hacer esta estimación.