“No se olvide de que yo soy afiliado del PSOE en Madrid y que, por tanto, votaré en ese proceso de primarias. Y ya le adelanto que votaré, lógicamente, por Pepu Hernández”.
Pedro Sánchez asegura que se le “enciende una sonrisa” cuando se le menta la aspiración del entrenador de baloncesto Pepu Hernández de convertirse en alcalde de Madrid por el PSOE. Sin embargo, ese entusiasmo no va acompañado de un conocimiento profundo de las reglas del PSOE que le impedirán votarle en las primarias internas por la candidatura socialista.
Sánchez pronunció estas palabras el miércoles, al lado del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en el transcurso de una visita al país. Allí dijo que votaría por Hernández, al que le une el mismo instituto, el Ramiro de Maeztu (Madrid) y el mismo equipo de baloncesto, él Estudiantes, en el que ambos coincidieron como jugador y entrenador, respectivamente.
Pero Sánchez no milita en ninguna de las más de 20 agrupaciones socialistas de la capital, por lo que no tiene derecho a votar al candidato que impulsa.
Fuentes del PSOE-M confirman que el presidente del Gobierno está inscrito en la agrupación de Pozuelo de Alarcón (Madrid).
A la hora de elaborar las normas de sus primarias internas, antes de que el nombre d Pepu Hernández estuviera sobre la mesa, el PSOE-M fijó en el 21 de mayo de 2018 la fecha de cierre de censo. Esa antelación se dispone para evitar altas masivas en algunos municipios (sobre todo los pequeños) que contribuyan a alterar el normal funcionamiento democrático de la elección del candidato.
La vida era muy distinta para Sánchez el 21 de mayo de 2018. Entonces era el líder de la oposición, no tenía escaño en el Congreso y las encuestas no eran muy halagüeñas para su partido. Vivía en Pozuelo y no en la Moncloa. Allí había votado en las primarias de 2017 en las que se impuso a Susana Díaz por el liderazgo socialista.
Tan solo unos días después del cierre del censo que le impedirá votar a su amigo Pepu Hernández, todo cambió. Sànchez aprovechó una sentencia sobre el caso Gürtel para presentar una moción de censura que expulsó a Mariano Rajoy y al PP del poder. Pero seguía censado en Pozuelo.
En cualquier caso, su pronunciamiento público vale por muchos votos. La Ejecutiva federal y la regional apoyan oficiosamente a Hernández para desesperación de los que quieren unas primarias sin influencia del aparato. Las mismas que reclamaba Sánchez cuando no era el candidato en la competición que, además, acabó ganando contra pronóstico.