El responsable de Economía y Empleo de Ciudadanos, Luis Garicano, ha asegurado que su partido descarta negociar con Vox en Andalucía o en otras comunidades o municipios tras las elecciones de mayo porque esta formación está integrada en una alianza "nacionalpopulista" internacional que busca "destruir Europa desde dentro".
"Es evidente que Vox es parte de una alianza que está apoyada por Steve Bannon desde su cuartel de Bruselas, que lo llaman El Movimiento, que busca destruir Europa desde dentro", ha afirmado Garicano, en una entrevista con Europa Press, al referirse a la organización creada por el estratega de la campaña electoral del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para ayudar a distintos partidos con asesoramiento sobre encuestas, estrategia y campañas.
Así lo expone el dirigente de la formación naranja, que aspira a encabezar la lista a las próximas elecciones europeas, en su libro 'El contrataque liberal' (Península), donde analiza las causas del auge del "nacionalpopulismo" y propone formas de combatirlo mediante el "rearme intelectual" del liberalismo político.
En este fenómeno sitúa a líderes políticos como Donald Trump (EEUU), Matteo Salvini (Italia), Viktor Orbán (Hungría), Recep Tayyip Erdogan (Turquía), Jair Bolsonaro (Brasil) o Andrés Manuel López Obrador (México), mientras que en España describe como nacionalistas, populistas o ambas cosas al independentismo catalán, a Podemos y a Vox.
Si triunfan en las urnas, podría ser "el fin" de la UE
Garicano ha advertido de que si en los comicios al Parlamento Europeo los ciudadanos dieran la mayoría a "todos estos populismos", la consecuencia "podría ser incluso el fin de Europa".
"Ahora mismo nos enfrentamos a gente que está haciendo todo lo posible por destruir Europa desde dentro y que son gente que tiene aliados fuera, como (el presidente ruso, Vladimir) Putin y Trump", ha indicado, avisando de que podrían estar en riesgo el progreso, la libertad y la democracia que hasta ahora parecían garantizados en la UE.
Ante esta situación, considera que el reto para Ciudadanos y otros partidos liberales, que quieren sumar esfuerzos concurriendo a los comicios europeos bajo el paraguas una misma plataforma, es convencer a los electores de que la solución que ellos proponen es "la única solución posible" y que "lo otro es simplismo y populismo y no va a llevar a ninguna parte".
Ese simplismo y ese populismo se ve claramente, a su juicio, en el "lenguaje completamente trumpiano y salviniano" que utiliza el partido de Santiago Abascal en las redes sociales, por ejemplo cuando describe a la UE como un "club de mercaderes y burócratas globalistas" que, con su "despotismo tecnócrata", encaminan a Europa a un "superestado federal", "cobardean políticamente y viven a costa de los europeos".
Política de pactos
En este contexto, el dirigente de Ciudadanos ha descartado que su partido, que gobierna Andalucía junto al PP, vaya a negociar con Vox cuando toque buscar apoyos parlamentarios para aprobar los Presupuestos autonómicos. Aunque el nuevo presidente de la Junta, el 'popular' Juanma Moreno', recibió el respaldo de Vox en la investidura gracias al acuerdo que el PP firmó con este partido con una serie de medidas programáticas, Cs insistió en que ese pacto no vincula al Gobierno.
"No hemos negociado con Vox para la investidura, no hemos negociado con Vox ningún cargo de nadie en el Gobierno y no vamos a negociar con Vox. Nosotros queremos negociar con los partidos constitucionalistas", ha declarado Garicano, añadiendo que Cs no cambiará de postura ante la posibilidad de que los Presupuestos andaluces no salgan adelante. "Si quieren que Andalucía sea ingobernable, ellos verán, pero nosotros no vamos a negociar con ellos", ha incidido.
Pero Ciudadanos se puede encontrar también con un escenario en el que un candidato suyo necesite los votos del partido de Santiago Abascal para convertirse en alcalde o presidir un Gobierno autonómico, como podría ocurrir en el caso de Begoña Villacís tras las elecciones municipales en Madrid. "Cs ha dejado muy claro que nosotros vamos a negociar con los partidos constitucionalistas", ha recalcado cuando se le ha preguntado por ese escenario.
Así, ha dicho que a partir de mayo su partido estará dispuesto a negociar con el PP y con "el PSOE de antes de mayo", es decir, el de antes de que Pedro Sánchez llegara a la Moncloa gracias a los votos de Podemos y de las fuerzas independentistas y nacionalistas. En este sentido, ha confirmado que "sería posible" que Cs alcanzará acuerdos postelectorales con aquellos barones socialistas menos afines a su secretario general.
En cuanto al ámbito nacional, ha señalado que "con este Sánchez" no pactarán. "Tal como está enfocando su Gobierno, a base de tratar de crear una mayoría estable con gente que lo que quiere es que España fracase, no", ha dicho tras indicar que Sánchez tiene como aliados a Podemos y a fuerzas separatistas.
El "buen patriotismo"
El responsable de Economía y Empleo de Cs ha afirmado que, frente al "populismo", hay una alternativa: "un liberalismo con corazón, con preocupación social", que apuesta por combinar un Estado del bienestar "potente" que ofrezca seguridad a los ciudadanos con una economía "dinámica" donde la gente pueda formarse y aprovechar "las oportunidades que da la globalización".
Pero, además de impulsar reformas que permitan garantizar ambos aspectos, Garicano cree que Ciudadanos y las demás formaciones liberales deben actuar también en el campo de las emociones para conquistar a los ciudadanos.
Su propuesta consiste en promover el "buen patriotismo", que, según detalla en el libro, no tiene nada que ver con el nacionalismo. Al contrario que este, debe basarse en valores positivos, tener respeto por la diversidad y ser autocrítico, y su objetivo debe ser unir a la gente, no dividirla.
Se trata, ha señalado, de "un patriotismo constitucional, en el que caben todos, sin diferencias de identidad, origen geográfico o preferencias sexuales". "Es un proyecto de hacer cosas", por ejemplo para tener unos servicios públicos mejores, "no de recordar un pasado glorioso o regodearse por cuando derrotamos a los franceses", ha afirmado.
Gestionar bien la inmigración para no favorecer la xenofobia
Otro asunto que Garicano trata en el libro es la gestión de los flujos migratorios que llegan a España y a Europa, que debe hacerse de forma "inteligente" para no crear un caldo de cultivo que lleve a los electores a votar a partidos nacionalistas y xenófobos. Aunque lo ideal sería, a su modo de ver, que hubieran unas políticas migratorias, de asilo y de frontera comunes para toda la UE.
Si la gestión es "a golpe de aventuritas y de días felices", entonces pueden surgir "problemas graves como estamos viendo en Suecia, Dinamarca u Holanda", que antes "eran las sociedades más abiertas" y ahora "se han vuelto extremadamente hostiles a la inmigración", ha apuntado al referirse al éxito en las urnas del partido Demócratas de Suecia.
Aun así, no cree que en España haya actualmente un problema de integración de los inmigrantes, hacia los cuales existe "una actitud muy positiva". "La sociedad española no es racista, ha sido siempre muy multicultural", históricamente, y "es muy importante para España proteger esa herencia", ha subrayado.