Cuando les ofrecieron participar en ese viaje, jamás se hubiesen imaginado que las iban a utilizar como tapadera para llevar un alijo de hachís hasta Roma. Sobre el papel, dos hombres italianos les iban a pagar una gran suma de dinero si iban con ellos hasta la capital italiana, en autocaravana, desde Andalucía. Las dos mujeres, dominicana y rumana, aceptaron. Pero en realidad esos hombres eran miembros del peligroso clan de los Marranella y las utilizaban como tapadera: hacían pasar aquel trayecto por un "viaje romántico" y, a bordo del vehículo, llevaban grandes cantidades de hachís.
La Guardia Civil ha dado un duro golpe al clan de los Marranella en España al detener a 14 de sus miembros. Se trata de un grupo de la Camorra italiana dedicado al narcotráfico. A los agentes les ha llamado la atención la "extrema violencia" que empleaban en sus métodos: golpeaban y secuestraban a otros narcos en la Costa del Sol para hacerse con sus alijos e inundar de hachís las calles de Roma.
Pero los Marranella empleaban un método inédito para trasladar grandes cantidades de hachís hasta Roma. Alquilaban una autocaravana y le instalaban un doble fondo. A continuación, contactaban con prostitutas a las que les ofrecían acompañarles en el viaje a cambio de una gran suma de dinero. Ellas, por supuesto, no sabían de la carga a bordo del vehículo.
Según ha sabido EL ESPAÑOL, el viaje se desarrollaba del siguiente modo: los dos mafiosos italianos y las dos prostitutas viajaban en autocaravana desde la Costa del Sol hasta Roma, atravesando el territorio francés. Si las autoridades les paraban en un control, su respuesta siempre era la misma: "Es un viaje romántico".
Atemorizando a los 'narcos'
Pero la Guardia Civil, tras un aviso de los Carabinieri italianos, había puesto el foco sobre los movimientos de los Marranella. Las autoridades italianas habían dado un duro golpe a los mafiosos en su propio país. Recordemos que buena parte del hachís que circula por Roma procedía de este clan.
A través de esa cooperación, el Instituto Armado empezó a seguir los pasos de los traficantes en la Costa del Sol y en el Campo de Gibraltar. Eran tipos duros, con fuertes medidas de contravigilancia. Golpeaban a otros narcos y les secuestraban hasta que lograban hacerse con toda su droga. Históricos traficantes vivían con el miedo de encontrarse con los Marranella, dispuestos a todo, feroces como nadie.
Los mafiosos tenían varias propiedades e iban cambiando de domicilio de forma habitual. En la zona de El Zabal, en La Línea de la Concepción, construyeron un zulo de grandes dimensiones y perfectamente apuntalado para esconder sus fardos. Una obra de ingeniería al servicio del narcotráfico.
Una autocaravana llena de hachís
Pero volvamos a ese viaje en caravana. Fuentes próximas a la investigación detallan que en uno de ellos los Marranella viajaban con dos mujeres; una de origen dominicano y otra, rumano. La Guardia Civil ya seguía los pasos del clan mafioso italiano y, al detectar que viajaban de nuevo a Roma para entregar la mercancía, optaron por la detención.
Las dos mujeres no sabían nada del cargamento de la autocaravana, repleta de hachís. En realidad, eran la tapadera de ese "viaje romántico", que en realidad constituía una vía crucial para la trama para introducir la droga en Italia.
En total se ha detenido a 14 personas por su implicación en la trama. Fuentes de la Guardia Civil consideran que la rama española de los Marranella queda "completamente desarticulada" con este golpe. A los detenidos se les ha intervenido más de media tonelada de hachís y se les imputan los delitos de pertenencia a organización criminal, contra la salud pública, contra la libertad, falsificación de documentos públicos y contra la seguridad vial.