Enero de 2016, la Policía Nacional desarticula una red en la sede de Reconstrucción Comunista (Madrid) a la que le interviene armas blancas y material para explosivos. Febrero de 2019, Íñigo Errejón es increpado por un grupo de jóvenes pertenecientes a Frente Obrero en un acto celebrado en Hortaleza, también en la capital madrileña: "¡Traidores, los obreros votan a Vox por algo!". Dos organizaciones que tienen nexos en común... y a los que Santiago Abascal lanza un guiño a través de redes sociales.
Recientemente se ha conocido la bronca que recibió Errejón, candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid, en un acto celebrado en el Espacio Asociativo UVA, en el barrio madrileño de Hortaleza: "Os dedicáis a poner parches a un sistema que no se puede parchear, no vais a la raíz del problema y habéis dejado a los trabajadores tirados", le abroncaron los jóvenes de Frente Obrero en un tono airado.
Tras conocerse la noticia, Santiago Abascal ha lanzado un guiño hacia los jóvenes que increparon a Errejón: "Nosotros nos les vamos a prometer a estos jóvenes que les mejoraremos la vida. Pero sí les prometemos que vamos a luchar para que ellos puedan mejorarla".
Julio Rubio, quien gestiona el establecimiento en el que sucedieron los hechos, ha lamentado a través de un comunicado y de un vídeo la difusión de las imágenes y el "oportunismo" de -entre otros- los jóvenes de Frente Obrero.
"Me dijeron que Errejón venía a hacerse la foto, que me iba a utilizar para una campaña política… y al final (paradoja) los que han venido a hacerse la foto han sido ellos; Frente Obrero, BOSA, Juventud Combativa, Reconstrucción Comunista… es todo lo mismo, el mismo colectivo", afirma Rubio a través de las redes sociales.
Y advierte: "Y advierto; Reconstrucción Comunista (se esconda detrás del nombre que se esconda) en su filosofía, estudiada y planificada, está el meterse en asociaciones de barrio, espacios como el nuestro y absorberlos, utilizarlos, apropiárselos para clavarnos su bandera por la espalda".
Reconstrucción Comunista fue el blanco de la operación policial de enero de 2016. Las nueve personas detenidas fueron investigadas por formar parte de una red presuntamente vinculada al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Además de las armas y del material explosivo intervenidos, los detenidos habrían estado implicados en el envío de combatientes contra el Estado Islámico a Siria y Turquía.