El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha aseverado que la investigación que impulsó la Policía Nacional tras los atentados del 11-M "nos colocó como un referente internacional en la materia": "El mundo era muy distinto en 2004 y la experiencia sobre terrorismo yihadista era escasa". Y ha señalado que España "soporta una amenaza real y duradera", poniendo especial énfasis en los combatientes que han viajado a Siria e Irak y que ahora pretenden regresar a Europa.
Así se ha referido en la presentación del libro Yihadismo y yihadistas en España, quince años después del 11-M, editado por el Real Instituto Elcano y escrito por los investigadores Fernando Reinares, Carola García-Calvo y Álvaro Vicente. "El 11-M de 2004 fueron asesinadas 193 personas y casi 2.000 resultaron heridas en un atentado que tuvo una brutalidad insoportable".
Sus declaraciones coinciden con el último comunicado del ex comisario José Villarejo remitido al juez, en el que afirma que "sujetos vinculados a la embajada marroquí" intervinieron en el 11-M, como adelanta EL ESPAÑOL.
"Todos esos años de violencia terrorista nos han hecho peores como sociedad, pero hemos sabido extraer múltiples lecciones. Tenemos la ventaja de haber construido un sistema antiterrorista eficaz", ha advertido el ministro. Una situación que ha evolucionado y que afronta sus principales peligros, en la actualidad, en el "retorno desde Siria e Irak de combatientes extranjeros".
Sobre los atentados del 11-M, de los que próximamente se cumplirán 15 años, ha señalado que "nuestro sistema incorporó diferentes lecciones sobre yihadismo para incorporar a lo que ya sabíamos sobre ETA": "El mundo era en 2004 un mundo muy distinto y la experiencia sobre el terrorismo yihadista era escasa. Pese a todo, la Policía Nacional impulsó una investigación que nos colocó como un referente internacional en la materia".
Según los datos que ha ofrecido el ministro, en 2018 se detuvieron a 29 personas en España por su presunta vinculación con el yihadismo; en lo que llevamos de 2019, ya van 20. Detenciones que "son sólo la punta del iceberg", porque España "ha pasado de ser un potencial objetivo de propaganda yihadista a soportar una amenaza real y duradera": "De ahí que mantengamos el nivel 4 de amenaza que se refuerza en situaciones concretas".
Marlaska ha destacado también el plan de Instituciones Penitenciarias para evitar los radicalismos en los centros penitenciarios y la colaboración entre diferentes cuerpos y con autoridades extranjeras en materia de investigación. "Desde el 11-M hemos desarrollado una serie de mecanismos que nos permiten afrontar el yihadismo desde diferentes ámbitos".