Soraya Rodríguez hace tiempo que ya no sabe quiénes son los suyos. La hasta ahora diputada del PSOE por Valladolid lleva tiempo distanciada de la dirección de su partido por dos motivos que se entrelazan: el diálogo con los independentistas y el funcionamiento interno de su partido. Según ella, Pedro Sánchez se equivoca al haber hecho depender de los partidos independentistas su Gobierno.
Decirlo abiertamente, en los órganos internos del partido o en los medios de comunicación, ya no es percibido como una opinión legítima de una socialista sino como una profunda deslealtad. Hace tiempo que Rodríguez se siente en minoría como Pepito Grillo en las reuniones de grupo parlamentario ante una mayoría silente que, en ocasiones, le reconoce en privado estar de acuerdo con ella.
Por ese motivo, Rodríguez remitió este miércoles una carta a la dirección provincial del partido en la que pedía la baja en el PSOE, donde ha militado 37 años, desde que cumplió la mayoría de edad, y con el que ha sido concejal, diputada y portavoz en el Parlamento Europeo, en el Congreso (donde también fue portavoz) y secretaria de Estado de Cooperación.
La renuncia sorprendió a muchos. "La discrepancia profunda que mantengo con la dirección del partido en relación a su política con el independentismo catalán me lleva a tomar esta difícil decisión", justificó. "No puedo compartir que la mayoría de la moción de censura, que ha sostenido al Gobierno durante los últimos ocho meses, sea una posibilidad viable de conformar una mayoría parlamentaria razonable para sostener a un gobierno socialista", escribió.
Soraya Rodríguez ha asegurado no haber recibido ninguna oferta concreta para formar parte de Ciudadanos, como se había especulado. "No he recibido ninguna oferta", ha asegurado a este periódico. Fuentes de su entorno aseguran que desde la formación naranja tantearon a la ex diputada socialista de manera informal para proponerle ir en la lista europea que lidera el responsable de economía de Cs, Luis Garicano. Rodríguez no conoce las características de esa oferta aunque valora dar el paso si la recibe.
Años alejada del rumbo Sánchez
Su posición no ha variado en los últimos años. Es muy cercana al exministro y exlíder socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, con quien fue portavoz en el Congreso entre 2012 y 2014, justo hasta que Sánchez llegó por primera vez a la Secretaría General. Contra él se posicionó en 2016, cuando Sánchez trató de pactar con los independentistas y fue reprobado por el Comité Federal hasta dimitir. Luego apoyó la dirección de la Gestora de dejar gobernar a Mariano Rajoy y acabar con el bloqueo institucional, algo que le acarreó muchas críticas internas hasta el punto de ser abucheada en Valladolid por compañeros tras una tensa asamblea que se vio obligada a abandonar.
Finalmente, participó en la campaña de primarias de Susana Díaz, que perdió contra Sánchez. Esa fue su última gran batalla. La nueva dirección nunca contó con ella, apretaba los dientes cada vez que la escuchaba pronunciarse en los medios y por supuesto no tenía intención de que repitiese como candidata al Congreso. Entonces, Rodríguez decidió irse.
Rodríguez es funcionaria y tiene una plaza en el Ayuntamiento de Medina del Campo (Valladolid), pero pocos creen que, tras tanto tiempo en política, vuelva a un puesto en el que apenas estuvo unos meses. En los últimos compases de la legislatura, ella guardaba silencio sobre su futuro político cuando respondía, siempre con generosidad y talante, a las preguntas de los periodistas sobre su futuro, en la empresa privada o en otro lugar.
El anuncio de este miércoles pilló a más de uno por sorpresa. Incluso muchos de los que, dentro del PSOE, detestan a Sánchez consideraron muy feo este portazo a un partido que le confirió tantas responsabilidades, cargos y nóminas a fin de mes. El momento elegido levanta muchas suspicacias. ¿Por qué no esperar a las elecciones y hacerlo en plena precampaña, contribuyendo a la estrategia de desgaste de Ciudadanos?
Preguntada en La Sexta por si pasará a engrosar las candidaturas de otros partidos, Rodríguez fue clara. "No descarto nada", aseguró. Sí rechazó afiliarse a otro partido. "Puf. Esto es como si le preguntas a alguien que sale del juzgado con una sentencia de divorcio si se va a volver a casar", comparó. Pero para ser candidata en las municipales, al Congreso, en las autonómicas o en las europeas, no hace falta carné de ningún tipo. "La política se puede hacer desde muchos sitios", recordó Rodríguez.
Fuentes de Ciudadanos no confirmaron que hayan mantenido contacto alguno con Rodríguez y tampoco que le hayan hecho alguna oferta concreta. Por ese motivo, hay quien ve en la falta de claridad sobre su futuro inmediato la intención de Rodríguez de ponerse en el mercado. Casi nadie la ve regresando a su plaza del Ayuntamiento de Medina del Campo.