La Real Academia de la Historia ha acreditado, con un informe, la "españolidad oficial" de la vuelta al Mundo de Fernando de Magallanes. En el año que señala la conmemoración del V centenario de la expedición, el documento pretende poner punto y final a la pugna entre Portugal y España por la autoría del viaje, una vez que Magallanes era natural de Portugal, pero hizo el viaje al servicio de Carlos I. 

Según el informe, el navegante portugués abandonó Portugal en 1517, enfadado con D. Manuel I, por no reconocer sus méritos. Magallanes, entonces Fernão de Magalhães, viajó a Sevilla, "donde se instaló, contrajo matrimonio y estuvo al mando del rey Carlos I, castellanizando su nombre a Fernando de Magallanes". "Se consideraba un castellano más", dice el documento.

Magallanes presentó su proyecto al Rey de España en 1518 y D. Carlos I se "comprometió a sufragar la expedición y a concederle una serie de ventajas y nombramientos" para lo que "Magallanes debió rendirle pleito homenaje y servir siempre los intereses de la Corona de Castilla".

El informe cuenta que "las cinco naves de la expedición se equiparon y aderezaron en Sevilla", pese a los inconvenientes que pusieron el embajador de Portugal y el factor en Andalucía del Rey portugués, "quienes intentaron por todos los medios que el viaje no se realizara porque consideraban que se había entregado a una empresa española, por lo que lo calificaban como “renegado” y “traidor” a Magallanes".

El coste de la expedición fue financiado "un 75% por la Corona castellana y el otro 25% por un grupo de comerciantes burgaleses" y D. Carlos I nombró capitanes de las otras naves a "castellanos de su confianza". La flota partió de Sevilla el 10 de agosto de 1519. 

El informe relata el viaje, después de que Magallanes pasara el estrecho que lleva ahora su nombre y desembocara en el océano Índico. El navegante se murió en Filipinas y tomaron el mando Juan Sebastián Elcano y Gonzalo Gómez de Espinosa. 

Los tripulantes de la nave de Espinosa estuvieron apresados por los portugueses y no pudieron regresar a España hasta años después. "Cuando Juan Sebastián Elcano llegó a Sanlúcar de Barrameda, lo primero que hizo fue escribir una carta a Carlos I, resaltando (...) el hecho de haber conseguido circunnavegar la tierra por primera vez en nombre del Rey Emperador".

De esta forma, el informe considera "incontestable la plena y exclusiva españolidad de la empresa".