El excomisario José Villarejo envió hace dos semanas un escrito a la Audiencia Nacional desde la prisión de Estremera. En él, tal y como desveló EL ESPAÑOL, Villarejo presenta supuestas informaciones de relevancia para develar lo ocurrido durante los atentados del 11-M. Ahora, tal y como adelantó EL ESPAÑOL, el juez Manuel García-Castellón, ha decidido tomarle declaración para conocer el calado real de sus afirmaciones y sobre todo, si sus palabras son meras especulaciones sobre la implicación de los servicios secretos franceses y marroquíes en los peores atentados de la historia de España o por el contrario, están avaladas por datos concretos que a día de hoy son desconocidos por la Justicia.
Pese a que el excomisario Villarejo es el principal investigado en el llamado caso Tándem, por el que está en prisión preventiva desde hace más de un año acusado de liderar presuntamente una organización criminal, la información aportada sobre el 11-M ha sido trasladada a otra causa distinta. Otra abierta en el mismo juzgado y que investiga desde hace años la existencia de ADN sin identificar en la vivienda de Leganés donde se inmoló la célula del 11-M.
Así, será el mismo juez, García-Castellón, quien tome declaración a Villarejo, aunque este segundo caso está en manos de la Fiscalía de la Audiencia Nacional y no de Anticorrupción. Por el momento y según ha podido confirmar este diario, la credibilidad del exagente está claramente en entredicho tanto para el juez instructor como para el Fiscal, que solo seguirán con la causa si el excomisario aporta datos concretos y confirmables por otras fuentes.
En cualquier caso, estas serán las presuntas clave a las que deberá responder el excomisario Villarejo:
1) ¿Qué datos concretos puede aportar sobre la presunta preparación del 11-M coincidiendo con los viajes a París de Mohamed VI?
En su escrito, Villarejo aseguraba que la confabulación de los servicios secretos franceses y marroquíes se había fraguado en la capital francesa tras encuentros diplomáticos de los líderes políticos de ambos partidos. Sin embargo el excomisario no aportaba dato alguno sobre la forma en la que había conocido esa información y la posibilidad de contrastarla de algún modo que no sea su palabra.
2) ¿Qué operaciones conjuntas había articulado en teoría Francia con la Policía española para provocar delitos de manera preventiva?
El exagente encubierto mantiene que agentes franceses y españoles organizaban entregas controladas de armamento a terroristas para después detenerlos. Esta práctica es legal en países como Estados Unidos pero no en España, ya que nuestra legislación la considera un delito provocado.
3) ¿Cómo sabe usted que la recogida del explosivo procedente de Mina Conchita fue una entrega controlada? ¿Y cómo puede acreditar que parte de ese explosivo salió en realidad de un polvorín de la Guardia Civil?
Según la versión aportada por Villarejo ante la Audiencia Nacional, Jamal Ahmidan, conocido como El Chino, era en realidad objeto de seguimiento por parte de la Guardia Civil, que vigilaba la compra de 200 kilos de dinamita para luego detenerle con ella. Sin embargo, según el agente, se les escapó.
4) relacionado con este tema, cabe preguntar ¿Cómo sabe usted que la detención de El Chino en un control de carretera respondía en realidad a la voluntad de revisar que los explosivos no habían sido transferidos a otro coche?
5) Según su versión, El Chino contó con "ayuda profesional" para burlar a la Guardia Civil ¿Es una simple deducción o está basado en alguna información de carácter concreto?
Esta es una de las preguntas más determinantes que el exagente tendrá que contestar si quiere acreditar su versión con datos reales. Según su relato, la Guardia Civil seguía al coche de El Chino, cargado de explosivos, hasta que lo perdió en su entrada a Madrid. Es aquí donde Villarejo mantiene que jugó un papel especial la inteligencia gala, ayudándole a burlar la vigilancia. Pero ante acusaciones tan graves y concretas, no aporta un solo nombre o elemento probatorio externo capaz de confirmar o desmentir esta versión más allá de sus palabras.
6) ¿Cómo puede acreditar y qué pruebas tiene de que Félix Hernando, entonces máximo responsable de la UCO, fue ascendido a general tras amenazar con revelar este papel de la Guardia Civil en el 11-M? ¿Conoce usted a L.A, responsable del supuesto polvorín del que salieron los explosivos o ha tenido algún contacto con él? ¿Cómo sabe que el libro de registro se cambió por uno nuevo para que no quedara rastro?
La versión de Villarejo pone el foco sobre la conducta, supuestamente fraudulenta, de dos agentes del Instituto Armado. En este caso, Villarejo mantiene que ambos mintieron en el juicio, pero hasta el momento, tampoco aporta dato alguno para sustentar semejantes afirmaciones. Algo que el juez instructor espera conocer tras tomarle declaración.
7) ¿Quién era el sujeto vinculado a la embajada marroquí que instruyó a la célula de Leganés? ¿Qué mandos policiales conocían esta información, si es que existió, y por qué no se investigó?
Estas son otras de las preguntas clave. Villarejo mantiene que "sujetos vinculados a la embajada de Marruecos" instruyeron a la célula del 11-M en el uso de explosivos. Pero no ha puesto sobre la mesa ningún nombre, fecha concreto, lugar de encuentro para esas instrucciones, pese a asegurar además que mandos policiales fueron conocedores de esa información sin que hubiera voluntad alguna de investigarlo.
8) ¿En qué barrio de Beirut estaba la cabina con la que se comunicaban los terroristas desde España antes y después de los atentados? ¿Sabe quienes eran los interlocutores o el contenido de las conversaciones?
Este es otro de los argumentos que esgrime el policía para acreditar su versión sobre el 11-M que todavía no tiene respuesta. Villarejo mantiene que hubo contactos entre los terroristas y elementos sin identificar que utilizaban para comunicarse con ellos una cabina en Beirut. El exagente explica que mantuvo una reunión con responsables de la inteligencia Siria capaces de obtener la información sobre esa cabina. Sin embargo una filtración desde España provocó -según la versión de Villarejo- que los servicios secretos franceses viajaran a Siria y cercenaran la información que finalmente se entregó al comisario Telesforo Rubio, que finalmente viajó en lugar de Villarejo para recoger los datos.
9) ¿Conoce usted la identidad de la persona del CNI que controlaba la identidad de la interprete que según usted trabajaba para ellos como espía dentro de la Policía? ¿A quién se refiere cuando dice que colaboradora del CNI ocultó información sobre el teléfono de la mochila de Vallecas?
El excomisario mantiene que hubo problemas con las traducciones de los teléfonos intervenidos a los yihadistas ya que la Comisaría de Información carecía de especialistas en el dialecto bereber utilizado por los investigados. Además, explicó en su versión enviada a la Audiencia Nacional que el CNI habría infiltrado en la Policía a una de sus colaboradoras como traductora para conocer de primera mano datos sobre las investigaciones que estaban en marcha sin tener que pasar por los canales oficiales.