"El DAO es enemigo íntimo de esta Fiscalía. En concreto, nuestro. Le engañaron". Las palabras fueron pronunciadas por el fiscal anticorrupción José Grinda mientras su compañero Juan José Rosa esperaba a su lado. Era primavera. 7 de mayo de 2018 y frente a ellos, un viceministro chavista se esforzaba en demostrar que desde 2015 había colaborado de forma activa con la Justicia española. O al menos eso pensaba cuando presionado por agentes de la cúpula de Interior, Nervis Villalobos organizó la reunión en Washington que pondría en marcha la operación policial del PP contra Podemos.
"Hay una cosa que sí que quiere decir la Fiscalía. Ha dicho el señor Villalobos que está colaborando con la Fiscalía Anticorrupción y eso no es cierto, nunca ha colaborado con la Fiscalía Anticorrupción. Lo digo por si alguien le ha engañado. Aquel funcionario que ha dicho usted que fue a Estados Unidos. Si le dijo que venía de parte de la Fiscalía Anticorrupción, de José Grinda o de quien fuera, le digo yo que es mentira. Y esto conviene aclararlo a mucha gente, porque parece que o la gente miente o usted se engaña, y aprovecho esta comparecencia para aclarárselo. Nunca ha colaborado usted y nunca ha habido nadie intermedio entre usted más que, por supuesto, su letrado, que está aquí presente". Así de contundentes se mostraron los fiscales ante la sospecha de que Villalobos había sido engañado.
Poco después, el ingeniero venezolano explicó que había mantenido una reunión en Estados Unidos con un "asesor del director del DAO", que en aquellas fechas era Eugenio Pino. "Pues el director del DAO (Eugenio Pino) y el DAO en concreto es íntimo enemigo de esta Fiscalía, en concreto, nuestro. Le engañaron". zanjaron los fiscales, señalando como un enemigo declarado al máximo responsable de toda la Policía con el Partido Popular.
Una reunión en Washington
Según ha podido conocer EL ESPAÑOL, las maniobras de la cúpula policial del PP para buscar datos contra Podemos arrancaron en octubre de 2015 en la planta cuarta de un piso de oficinas en Avenida Pensilvania de Washington. Allí, en la oficina de un abogado llamado Martín Rodil, se produjo el primer encuentro entre Nervis Villalobos y una delegación de tres agentes españoles. Una terna que estaría liderada por Bonifacio Díaz, uno de los principales hombres de confianza del DAO.
El empresario venezolano residía entonces en Florida y mantenía contactos con la Fiscalía de Nueva York, con la que trataba de aclarar si su patrimonio -y parte de él estaba en cuentas de Banco Madrid- era de procedencia lícita o si por el contrario, procedía de mordidas del gobierno venezolano.
En un momento dado y según fuentes consultadas por este diario, fue el abogado Martín Rodil quien comentó a Villaobos que sería bueno que se viera también con agentes españoles. Y que justo en fechas próximas, tres de ellos tenían planeado un viaje para reunirse con la DEA. Dicho y hecho.
Villalobos aceptó y según estas fuentes, se produjo la primera reunión entre el empresario venezolano y los enviados del DAO. Allí, se pactó incluso el primer viaje a España del empresario y viceministro venezolano, para declarar como testigo. Villalobos sacó su billete y tocó suelo español el 25 de enero de 2016. Nada más aterrizar recibió de manos de la Policía una citación para comparecer en la Fiscalía Anticorrupción. Algo que se produjo el 1 de febrero.
En esas fechas, Anticorrupción investigaba ya los presuntos sobornos de la empresa española Duró Felguera en Venezuela y esperaba encontrar en Nervis Villalobos a un arrepentido que los apuntalara. Por su lado, el ingeniero venezolano esperaba un trato tan amigable como el dispuesto por los agentes del DAO que le convencieron para viajar. No fue así. Ante lo que a su juicio fue una la falta de colaboración, los fiscales decidieron cambiar su condición de testigo a imputado. Y poco después, comenzaron las presiones.
Nueva reunión en EEUU
Según ha podido confirmar EL ESPAÑOL, no hubo coordinación entre la Fiscalía Anticorrupción y la cúpula policial del PP a la hora de imputar a Nervis Villalobos. Los fiscales acumulaban contra él presuntos indicios sobre blanqueo de dinero en España, pero los policías de confianza del Gobierno de Mariano Rajoy aprovecharon la situación para presionar al exviceministro venezolano.
En esas fechas, Villalobos tenía todavía su residencia en Florida junto a su familia, por lo que mantuvo nuevas reuniones con los hombres de la DAO entre España y EEUU. Fue entonces cuando apareció por primera vez la petición de la policía española: información contra Podemos como un gesto de colaboración con la Justicia española. Una colaboración que según los enviados del Gobierno español, estaba respaldada por la Fiscalía Anticorrupción. Algo que los fiscales niegan de forma tajante en la grabación judicial obtenida por EL ESPAÑOL.
El ingeniero venezolano entró en 2004 el Ejecutivo de Hugo Chávez para paliar como especialista técnico los apagones que asolan desde hace años el país latinoamericano. Por eso fue nombrado viceministro de Energía y abandonó la política en 2006, solo dos años después. Habían pasado justo diez años desde que volvió a la empresa privada por lo que Villalobos carecía de información sobre presuntos pagos a Podemos, fundado en 2014. Sin embargo, sí conocía a la persona que pudiera tener esos datos: Rafael Isea, exministro venezolano de Finanzas, que guardaba también relación con el abogado Martín Rodil y que se había sido purgado del gobierno bolivariano por el vicepresidente Tareck El Aissami.
Así, presionado por los policías de la DAO, Villabolos propició la reunión en Nueva York entre el exministro venezonalo Rafael Isea y el comisario José Ángel Fuentes Gago desvelada el pasado miércoles por el portal Moncloa.com. La misma en la que el responsable policial adscrito a la DAO hablaba sin tapujos de obtener información sobre la financiación de Podemos en nombre del entonces ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y del presidente Mariano Rajoy.
El encuentro se produjo en abril de 2016 (solo dos meses después de que Nervis Villalobos fuera imputado en España) en la sede del consulado español en Nueva York. Ese día, Fuentes Gago promete a su interlocutor una salida a España, el beneplácito de la Fiscalía e incluso la posibilidad de entrar en un programa de protección de testigos para tener una nueva vida en suelo español. Y todo a cambio de información contra Podemos que sirviera para frenar su ascenso electoral: "Si no llega Podemos al Gobierno... mejor".