El patrullero P-71 de la Armada Española, más conocido como Serviola, liberó el pasado martes un buque de bandera nigeriana tomado por piratas. Los criminales lo habían tomado con fusilería y lanzagranadas, y llevaban cuatro días a bordo de la embarcación. Una intervención que fue posible gracias a las maniobras de los militares españoles; pero también a la tecnología en la que se apoyan en su misión. En este caso, fueron clave los ojos electrónicos del patrullero.
Se trata de un sistema de optrónica instalado por la firma Tecnobit-Grupo Oesía. A simple vista, una bola negra posicionada en un lugar estratégico del patrullero. El del Serviola es el modelo Compass. Se trata de un sistema de visión a larga distancia, a través del cual los militares españoles vieron los primeros indicios que les hacían sospechar que estaban ante un ataque pirata.
En concreto, percibieron movimientos inquietos a bordo de la embarcación de bandera nigeriana. También corroboraron la presencia de un esquife ligero de alta velocidad en las proximidades; los piratas emplean habitualmente estas embarcaciones en sus asaltos.
Ante esa escena, el Serviola inició la maniobra de aproximación hacia el buque, al mismo tiempo que le lanzaba señales de radio, todas ellas sin respuesta. No lo sabían, pero el capitán del barco nigeriano estaba siendo encañonado por uno de los piratas para que no respondiese.
Ante la posición de fuerza del Serviola, los criminales optaron por abandonar la zona a bordo de su embarcación ligera. Los efectivos de la Armada certificaron que el buque había sufrido un ataque pirata y atendieron a su dotación, compuesta por una docena de personas. Acto seguido, alertaron del suceso a las autoridades nigerianas.
Los sistemas de optrónica del Grupo Oesía están presentes en 29 buques de la Armada Española.