Ciudadanos, cuenta uno de sus dirigentes más destacados, diferencia entre “líneas rojas” y “líneas naranjas”. Las primeras, a grandes rasgos, tienen que ver con la política en general. Las segundas, en cambio, atañen directamente al ADN del partido: “Nacimos para hacer frente al nacionalismo en Cataluña”. El programa electoral de los liberales, recién publicado, aúna decenas de medidas concretas encaminadas a desactivar el procés, pero seis de ellas lo afrontan incluso con carácter preventivo.
Se trata, por ejemplo, de la “aplicación inmediata” del artículo 155 “hasta asegurar el establecimiento de la Constitución en Cataluña”, “así como el respeto a las leyes y las sentencias judiciales”. El documento de Ciudadanos no tarda ni siquiera diez líneas en mencionar expresamente a Torra: “No podemos tolerar por más tiempo que utilice las instituciones públicas para sembrar el odio”. Rivera no dicta un plazo para el 155. Le gustaría estirarlo hasta que “surta efecto”.
En clave judicial, los naranjas consideran que “el golpe de Cataluña” nada tiene que ver con aquellos que sirvieron como prueba para redactar la actual legislación. Por eso buscan impulsar una reforma del Código Penal que “actualice” los delitos de sedición y rebelión. “Reforzaremos los instrumentos de la Ley de Seguridad Nacional y de la Ley de Estabilidad Presupuestaria para asegurar que la labor de los Mossos responde a la defensa leal de la Constitución y que no se destina ni un solo euro público a financiar actividades vinculadas al procés”.
Con la vista puesta en Carles Puigdemont, los de Rivera buscan “impedir que quienes se fuguen de la Justicia puedan presentarse a las elecciones y/o beneficiarse del dinero de todos”.
Rivera lleva años poniendo el grito en el cielo por las “embajadas de la Cataluña”. La queja también cristaliza en el programa. Ciudadanos intentará reformar la ley para dotar al ministerio de Asuntos Exteriores de competencias para “prohibir o decretar el cierre de las embajadas autonómicas que no sean necesarias o que se dediquen a poner en cuestión la política exterior de España”. Habría “sanciones” si la orden no se cumpliera.
Ciudadanos, como venía anticipando, quiere prohibir legalmente los indultos a políticos condenados por corrupción, rebelión y sedición: “Buscamos acabar con la impunidad”. Rivera asegura que Sánchez tiene la intención de “librar” a los dirigentes catalanes encausados. Los naranjas también apuestan por reformar la ley de indultos para que el Gobierno deba publicar una exposición de motivos cada vez que conceda uno.
Por último, la formación liberal se compromete a redactar “un plan de apoyo a la difusión de la Historia española” para combatir la “leyenda negra”, que ha “devaluado injustificadamente la imagen de nuestro país”. Los naranjas explicitan que donde haya un secesionista en el extranjero emitiendo su mensaje “habrá también un diplomático español que le haga frente”.