El contralmirante Ricardo Hernández López, a bordo de la fragata Navarra de la Armada Española, habla con voz tranquila desde Seychelles. Acaban de entregar a las autoridades locales a los piratas somalíes que capturaron el pasado día 23 en aguas del Índico. Criminales armados con kalashnikov y con lanzagranadas RPG que habían atacado dos atuneros en la zona: uno de bandera española, otro de bandera coreana pero de dotación también de nuestro país.
Una operación compleja, detalla el contralmirante, que atiende a EL ESPAÑOL para dar los detalles del dispositivo. La dotación de la Navarra tenía que encontrar a los piratas, que habían secuestrado un barco yemení, en medio de la inmensidad del océano; detenerlos y evitar que se derramase sangre. Una operación quirúrgica en la que desempeñó un papel clave el equipo de Guerra Naval Especial, militares altamente cualificados para misiones de riesgo extremo.
Los sucesos vividos estos días en el Índico ponen de manifiesto que la piratería "no está erradicada" en la zona, como explica el propio contralmirante Hernández López. Porque la inestabilidad y el caos que rigen Somalia se trasladan también al mar. ¿El futuro? Complicado. Mientras el yihadismo, la criminalidad y la falta de estructuras sigan sacudiendo a este "Estado fallido", seguirá habiendo peligro en el Índico.
La piratería es una amenaza durmiente, contenida en buena medida por el despliegue de la operación Atalanta, pero que no está erradicada. Pese a todo, no es habitual que haya ataques de esta envergadura. ¿Les sorprendieron los informes de los ataques a dos barcos pesqueros que faenaban en la zona?
Sorpresa... sí y no. Sabemos por inteligencia que todavía hay células piratas en Somalia que están durmientes. Es una amenaza contenida, pero no erradicada. Tienen medios para llevar a cabo sus ataques, intención, voluntad de salir a la mar para intentar hacer algún secuestro. Nosotros intensamos disuadirles. En cierto modo, nos sorprendió el ataque porque no teníamos constancia de que habían salido a la mar, pero actuamos rápidamente.
¿Qué protocolo se siguió una vez recibidos los informes de los ataques?
Estábamos en Mombasa (Kenia) atracados, con más de cien personas, hombres y mujeres, que en ese momento estaban en tierra. Activamos plan de llamadas en puerto y en tres horas todo el mundo estaba a bordo. En tres horas y media ya estábamos navegando.
Disculpe, en ¿qué consiste ese plan de llamadas?
Básicamente es que antes de salir a tierra todo el mundo tiene que dejar un número de teléfono, bien con roaming, bien con tarjeta local. Y si no tienen, deben salir con alguien que tengan. Una vez se activa el plan, el oficial llama a los jefes de grupos. Es una cadena de arriba a abajo.
Me estaba diciendo que en tres horas y media ya estaban en marcha.
Así es. En tres horas y media estábamos navegando. Contactamos con el P3 alemán [avión integrado en la operación Atalanta] para que reconociese la zona. Estamos en un periodo intermonzónico, con la mar en buenas condiciones, y eso favorece la actividad pirata. Desviamos al avión hacia la zona en la que había ocurrido el ataque. Tenía que buscar a contrarreloj: con cada hora que pasa, el círculo de búsqueda se hace cada vez mayor. En 4 o 5 horas logró detectar al pesquero yemení.
Aun teniendo el apoyo del avión de bandera alemana, encontrar el buque pirata en el Índico será una operación compleja, como buscar una aguja en un pajar.
Es una aguja en un pajar, pero también estamos en contacto con todos los pesqueros nacionales. Llamamos al patrón del pesquero nacional y al del surcoreano que habían sido atacados [bajo esa bandera, la dotación era también española]. Nos dieron las posiciones por las que podía estar el barco pirata. Mandamos el avión y en pocas horas detecto a este dhaw [un tipo de embarcación]. Es fácil de discernir que es un barco dedicado a la actividad pirata porque no hay pesqueros de este tipo faenando en esta zona del Índico; generalmente faenan muy cerca de la costa, a unas 250 millas (400 km). Y en esta zona... no están pescando, están haciendo otra cosa.
Me ha dicho que contactó con los atuneros atacados por los piratas. ¿Cómo se encontraban?
Estaban muy nerviosos y ansiosos. Un ataque así no es frecuente últimamente. Les pone en estado de nervios: eso de que te tiren una granada y que te disparen... no hace gracia a nadie. Estaban nerviosos y excitados, y el síndrome se extendió en toda la flota pesquera de la zona, que es relativamente grande. Enseguida empezaron a llamarnos con alarmas de algunos supuestos contactos extraños que habían tenido por allí, la mayoría de ellos falsos.
¿Cómo fue el primer avistamiento del barco tomado por los piratas y a través de qué medios? ¿Qué veían a bordo?
Los aviones tienen medios electrónicos avanzados, están preparados para eso. Tenemos contacto en tiempo real con ellos por fonía, pero también por chat. Realizamos fotografías en tiempo real de mucha precisión. Con ellas nos hicimos una primera idea de lo que nos encontraríamos a bordo: gente armada vigilante, la dotación yemení toda junta en proa para tenerlos controlados...
Fue una persecución en toda regla. Tenían que alcanzar a los piratas antes de que llegaran a costa y ya fueran ilocalizables. 36 horas para recorrer una distancia enorme en el Índico y planificar el abordaje.
Lo planeamos con tiempo y al final la interceptación fue casi a vista de costa. El asalto correspondió al equipo de Guerra Naval Especial. Es una capacidad de la Armada muy versátil, muy profesional y capaz. No sólo es capaz de realizar operaciones especiales en tierra, además están especializados en el ámbito marítimo. Cuentan con medios, armamentos y electrónica para actuar en la mar, ya sea de día y de noche.
Un asalto a bordo de embarcaciones rápidas, imagino que similar al de la operación Tribal Kat, en el que se liberó a una ciudadana francesa secuestrada por los piratas.
Efectivamente. También fue un equipo nuestro. Tienen de todo. Son muy eficaces y están muy adiestrados.
¿Cómo fue el abordaje y qué riesgos se asumieron? ¿Se encontraron algún tipo de resistencia?
Decidimos actuar desde la demora del sol para no ser visibles, a primera luz del día, al amanecer. Queríamos sorprenderlos y que la imagen que vieran fuera de una potencia abrumadora, tanto de la fragata como del equipo de Guerra Naval Especial. Así no tendrían tiempo ni de pensar. Al ver esa potencia de fuego, levantaron los brazos. No hubo rifirrafe.
¿Qué escena se encontraron dentro del barco? Creo que algunos de los piratas estaban malheridos… [la seguridad privada de los atuneros a los que habían atacado les había alcanzado] ¿De qué armamento disponían?
Se reunió a todo el mundo y se inició una investigación completa para que no hubiera nadie escondido. Se seleccionó al personal y se distinguió a quienes eran piratas y quiénes miembros de la tripulación yemení. Se detuvo a los piratas y se juntó de nuevo a toda la dotación, que ya estaba más relajada. A los detenidos se les transbordó a la fragata Navarra y se activó un protocolo muy estricto. Somos muy puntillosos en esta parte. Se les lee los derechos, se les hace un reconocimiento médico completo, se les toma una ficha personal, se les ducha, ropa limpia para todos… sus cosas se disponen en cajas precintadas.
¿Y dónde terminaron ellos?
En una celda que tenemos dispuesta para estos casos. Permanecieron en vigilancia permanente, con un guardia y un sanitario, además de vigilancia por circuito cerrado de televisión. Se les hace un reconocimiento médico dos veces al día. Somos muy escrupulosos con el trato y con el proceso de recogida de pruebas para evitar cualquier tipo de error que pueda dificultar cualquier enjuiciamiento. Todo está perfectamente escrito.
Cuénteme cómo estaban los piratas, en qué estado se los encontraron.
Pues había tres heridos de diversa consideración, uno en estado muy grave. No le voy a detallar las heridas pero… se puede imaginar. Lo primero que se hizo fue estabilizarlo. Cuando entregamos a estas cinco personas a las autoridades de Seychelles, lo primero que se hizo fue someter al herido grave a una intervención quirúrgica. Nos dijeron que si hubieran llegado a costa somalí hubiese muerto casi seguro, porque allí hay menos medios médicos.
Ahora le preguntaré por Seychelles. Pero antes, ¿de qué armamento disponían los piratas?
Pues del armamento estándar en Somalia, una zona totalmente inestable en la que corren armas con muy pocos controles. Disponen de fusiles de asalto tipo kalashnikov y de lanzagranadas tipo RPG.
¿Por qué entregaron a los detenidos a las autoridades de Seychelles y no a las de Somalia, de donde proceden y que además les pillaba mucho más cerca?
Los acuerdos que tiene la Unión Europea de entrega de piratas son con dos países: Kenia y Seychelles. Los entregamos a unos Estados con estándares de Justicia similares a los occidentales, con una ley estructurada. Somalia, sin ir más lejos, es un Estado fallido.
¿Qué ocurrió con los yemeníes que habían sido secuestrados?
Todo este mundo de pescadores yemeníes, somalíes... son personas con vidas muy duras, muy modestas y muy sacrificadas. Esta dotación estaba resignada y habían sido atemorizados, pero se encontraba bien físicamente. Se les dio agua, comida, fruta fresca -no la ven ni una vez al año-, combustible para que lleguen a Yemen… De hecho, deben estar llegando ahora. Les estamos haciendo seguimiento con los aviones para comprobar que se encuentran bien.
¿Y qué hicieron con el esquife que utilizaron los piratas para abordar el barco yemení?
Son barcos que tienen motores de más potencia para llevar a cabo sus ataques. Ese esquife ha sido requisado y se entregará como evidencia a las autoridades de Seychelles.
Todo esto demuestra que la piratería no está ni mucho menos erradicada en la zona.
España participa en la operación Atalanta desde su lanzamiento hace 10 años con un avión P3 en Yibuti y con medios navales, uno o hasta dos barcos en momentos puntuales. Los turnos de mando en la zona son cuatrimestrales y España ha asumido casi todos los años uno de los turnos. Ese es nuestro compromiso. Además, el cuartel general estratégico de la operación Atalanta pasó a finales de marzo de Reino Unido a Rota. En apenas 20 días se ha demostrado que el control desde allí está totalmente operativo. Ha sido una primera prueba y ha salido todo perfectamente, estamos más que satisfechos.
¿Qué futuro le espera a la piratería en la zona?
Lo veo complicado. Aquí lo que ocurre es que hay un Estado fallido que es Somalia, que no puede asegurar la libre navegación en sus aguas. Tiene que ser la comunidad internacional la que asegure el transporte de mercancías importantes para Europa y España. Nos tenemos que asegurar de que eso se mantiene. A corto plazo es imposible que puedan asumir esa responsabilidad y, a medio, lo dudo.
Sobre todo porque hay una situación de inestabilidad absoluta en tierra que se traslada al mar...
Todo empieza por la seguridad en tierra, que es donde se radica la piratería. Hasta que no haya ley y orden establecidos en tierra, la piratería seguirá existiendo.
* La fragata Navarra es actualmente el buque de mando de la operación Atalanta de lucha contra la piratería, desplegada por la Unión Europea en el Índico.