Borrón y cuenta nueva. El presidente del PP, Pablo Casado, ha salido moderado, anclado en el centro, tras más de hora y media de reunión con Pedro Sánchez en Moncloa. Era el primer contacto que mantenían desde que rompieran relaciones ambos dirigentes hace siete meses, con la honrosa excepción de la llamada que hizo Casado para felicitar al presidente del Gobierno en la noche electoral. Y un primer mensaje muy claro: “Creo que vamos a una legislatura con un Gobierno débil y con un PP en la oposición fuerte, firme, pero responsable”.
Al filo de las tres de la tarde, Casado se ha reivindicado, cual estadista, como líder de la oposición: con el reglamento y las cifras en la mano, por un lado; haciendo un alegato del bipartidismo en pos de la “estabilidad democrática”, por otro. “El PSOE consiguió en las anteriores elecciones 84 escaños, frente a Podemos, con 71, y nadie dudaba de que eran los líderes de la oposición”.
En la misma sala de prensa en la que comparece el portavoz del Gobierno todos los viernes, el presidente del PP no ha dudado en invitar veladamente a otros partidos a apoyar a Sánchez “por el bien de España”. Porque, aunque no han hablado de pactos “por respeto al rey y a la ronda de consultas”, Casado ha apuntado directamente a Ciudadanos, siempre sin nombrarles: "No vamos a facilitar esa investidura, pero no pondremos objeciones".
"No podemos facilitar este Gobierno, pero podemos entender que otros partidos que respeten la Constitución y la unidad de España consideren hacerlo", ha dicho el líder del PP, que ha confirmado que su partido votará en contra en todo momento a la investidura de Sánchez, también en segunda votación si se da el caso.
"Se ha roto el cordón sanitario frente al PP"
Pablo Casado ha salido relativamente contento de su encuentro en la Moncloa. "Parece que se ha roto el cordón sanitario se tejió frente al PP en estos nueve meses. No se me llamó, ni de manera oficial, ni de forma informal ni en acuerdos en Ministerios”, se ha quejado Casado. “Esas alianzas que excluyen a los partidos perjudican los intereses de España, así que dialogaremos con los partidos que estén dentro de la Constitución”.
La mayor petición que le ha hecho Casado a Sánchez, en una cita en la que mayoritariamente se ha hablado de Cataluña y política internacional, es que no se apoye en los independentistas para seguir en el poder. “Le he pedido que España no dependa de quienes no creen en su unidad ni en que sus ciudadanos sean libres e iguales”, ha detallado el presidente popular. Aunque, de todas las maneras, “el Gobierno no va a contar con el apoyo o abstención del PP por discrepancias económicas y territoriales”.
“Hay otras sumas que garantizan la investidura de Pedro Sánchez que no necesitarían el apoyo de ERC ni de PDeCAT”, ha comentado Casado. “Una investidura con los votos de Podemos no es lo ideal y tampoco estamos muy de acuerdo con las cosas que Ciudadanos han venido haciendo en los últimos años”.
Una oposición "frontal"
Pero cualquier opción es mejor, a sus ojos, que recurrir a los partidos nacionalistas e independentistas. PNV incluido. Así que siempre que Sánchez busque a estas fuerzas, se encontrará con una oposición “frontal” del PP. “El PP estará muy vigilante y pedirá explicaciones de la política territorial que se haga”, ha advertido el líder popular.
“Nosotros pensamos que en Cataluña sigue habiendo un problema serio de cumplimiento de la legalidad. La aplicación de la Constitución no es opresora, sino liberadora. Hay muchas leyes más allá del 155: la de acción exterior, de estabilidad, de financiación de organizaciones políticas…”, ha indicado.
Más allá de la reivindicación de la unidad nacional, Casado le ha trasladado a Sánchez sus propuestas económicas, aunque no ha habido sintonía. “Necesitamos que España abandere una política económica responsable para mejorar la competitividad, generar empleo, aumentar la prosperidad”, ha incidido. “Por eso creemos que hay que bajar impuestos y que el programa de estabilidad que han mandado a la UE que detalla una subida de veintiséis mil millones de euros no es la más adecuada”.
Charlas sobre la UE y Leopoldo López
En un tono distendido, el presidente del Gobierno en funciones y Pablo Casado también han centrado gran parte de su reunión en la política internacional, dado que el jueves se celebra en Rumanía un Consejo Europeo informal y en apenas dos semanas tienen lugar las elecciones comunitarias.
En ese sentido, Casado ha afirmado que sus reivindicaciones se han centrado en la situación de Leopoldo López, cuyo padre es candidato del PP para estos comicios europeos. “Hemos planteado que Leopoldo tenga libertad para hacer su labor en la embajada frente a la dictadura de Maduro”, ha indicado el presidente del PP. “Que España esté del lado de un país hermano”.
Así, fuentes oficiales del Gobierno aseguraron que Casado y Sánchez no han hablado de "acuerdos poselectorales" u "otras cuestiones", entre las que podría incluirse la conformación de la Mesa del Congreso. Según estas fuentes, la reunión fue "cordial, afable y fluida" y buscaba dar una imagen "de unión de país" para "reforzar la institucionalidad".
Los temas tratados, según la versión de Moncloa, fueron las pensiones, la ciencia, la transición ecológica, Cataluña, la situación económica y la fiscalidad, pero las fuentes gubernamentales no ofrecieron más detalles.