La campaña de las elecciones municipales, autonómicas y europeas ya arranca y el PP respira cierto aire de calma. Pese a los malos resultados que auguran encuestas demoscópicas, como el último macrobarómetro del CIS, los populares creen que el suelo electoral lo marcó el 28-A y que, ahora, sólo cabe crecer. Por eso, siendo conscientes de sus posibilidades, esperan mejorar los resultados, especialmente en los comicios locales.
“No podemos hacer magia en quince días, pero los resultados van a ser mejores”, apuntan fuentes cercanas a la dirección nacional a este periódico. El partido se siente fuerte, “bien”. Y así esperan transmitirlo en campaña.
No le dan importancia desde Génova a quienes hablan de una corriente crítica interna. “Sería una pena porque Pablo es el mejor de los que podíamos tener, de todos los secretarios, de los vices… El mejor”, considera una histórica diputada popular en conversación con este diario.
Vuelta de votantes que optaron por Vox
El mejor síntoma, según el entorno de Casado, es el retorno de electores que optaron por otros partidos en las generales. Especialmente, de quienes escogieron la papeleta de los de Santiago Abascal. “Ya nos están llegando, de manera contundente, mensajes de votantes que votaron a Vox y se han dado cuenta de que no sirve para nada”.
Por eso, se sienten fuertes. “Hay partido en estas elecciones. No estamos desmoralizados”, clamaba en el mitin de arranque de campaña el candidato del PP a la alcaldía de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. “Nadie se puede quedar en casa”, porque no les puede “volver a pasar”.
Dan por hecho que el efecto Vox seguirá movilizando al electorado de izquierda, continuando con la tendencia del 28-A. “El centro derecha le sacó 180.000 votos a la izquierda en las generales en la ciudad de Madrid: si nos movilizamos, no tienen nada que hacer”, afirmaba Almeida.
“No le vamos a dar la vuelta a la tortilla”
Por eso, “y aunque no le vamos a poder dar la vuelta a la tortilla, eso es inviable en tan poco tiempo”, según comentan en Génova, sí creen que obtendrán buenos resultados. Al menos, aceptables de cara a la galería.
Retener alguna comunidad clave -pactando, claro- y no perder plazas municipales: ese es el escenario que se plantea el PP justo al arrancar esta campaña. Todo, acompañado de un resultado similar en las europeas.
“Sólo hay un punto en común en todas las encuestas: cuando el centro derecha vota dividido, gobierna la izquierda”, exclamaba el presidente del partido en la clausura del arranque de la campaña. Y ellos, al menos, pretenden ser un contrapeso. “Empieza la remontada”.