El pacto está "atado". PSOE, PP, Ciudadanos y Unidas Podemos se repartirán los nueve puestos de la Mesa del Congreso de los Diputados, el órgano de gobierno de la Cámara, que es decisivo para dar luz verde a la tramitación de leyes e iniciativas.
Fuentes socialistas aseguran que el pacto está ultimado gracias a unas negociaciones lideradas eficaz y discretamente por Adriana Lastra, la portavoz parlamentaria. El PSOE ostentaría la presidencia de la Cámara que ahora recae en Ana Pastor, del PP, y el resto de puestos, cuatro vicepresidencias y cuatro secretarías, se repartirían a razón de dos por cada partido (una vicepresidencia y una secretaría).
De este modo, el PSOE pasaría de tener dos a tres puestos en el órgano y podría controlarlo si se suman los dos de Unidas Podemos. En la práctica, supone que habrá mayoría absoluta de izquierdas en la Mesa, de nueve puestos, algo que PSOE y Unidos Podemos no tienen en el hemiciclo.
Pero los puestos son limitados y, en esta legislatura ha ocurrido exactamente lo contrario: el PP tenía tres puestos y Ciudadanos dos, controlando la Mesa sin disponer de esa proporción de apoyo en número de diputados. Gracias a eso, el PP y Cs han podido frenar muchas iniciativas del Gobierno socialista, dificultando sus posibilidades de aprobar leyes. Los socialistas han considerado estos palos en la rueda siempre políticos, a pesar de que la Mesa debe tener un carácter eminentemente técnico.
En un primer momento el PSOE no descartó ofrecer un puesto a partidos nacionalistas o independentistas, a los que necesitará sin duda para muchas votaciones en el Congreso. Finalmente, no estarán ni ERC, que ha obtenido 15 diputados, ni PNV, con seis. Tampoco Vox, con 24. Fuentes de Unidas Podemos no han confirmado el acuerdo que en el PSOE dan por hecho y han pedido esperar a informaciones oficiales.