José Vicente "Pepu" Hernández (Madrid, 1958) corre de acto a acto en la primera campaña de su vida. Habla rápido y gana en las distancias cortas. Por una parte, reivindica la frescura de quien no es político profesional, limitando los ataques al contrario. Por otra, parece haber interiorizado a la perfección el discurso del PSOE, que se está volcando con él. Nada que ver con algunas imágenes suyas leyendo en debates o siendo ensombrecido por el gran protagonismo que tiene Manuela Carmena, la alcaldesa de Madrid que, por otra parte, le parece una jugadora joven y con recorrido.
Cuando Pedro Sánchez le ofreció ser candidato a la alcaldía de Madrid, no se lo creyó. Está acostumbrado a la élite del baloncesto, pero no de la política a la que llega por la puerta grande. Las encuestas pronostican que la pareja, que se conoce de los tiempos del baloncesto de base en el instituto Ramiro de Maeztu, en Madrid, superaría el resultado de 2015.
Procede del mundo del baloncesto. ¿Qué se está encontrando cuando sale a hacer campaña?
Mucho cariño y apoyo. Algunos me dicen: “¡Qué valiente eres!” Creo que los ciudadanos notan que cuando alguien no tiene ninguna necesidad y se mete en algo así es por una motivación especial de poder ayudar. Y mi prioridad es hacer un equipo que escuche, ahora y siempre, y que responda a absolutamente todos los problemas de Madrid. Ayuda el haber gestionado antes en otros ámbitos.
Usted lleva la gestión a gala mientras hay quien le critica que no sepa de política o de instituciones públicas.
En un principio me ha parecido que existían ciertos prejuicios, como si una persona que sabe de deporte sólo pueda saber de deporte. Pero somos ciudadanos y tenemos derecho a representar a otros. Es imprescindible entenderlo, igual que entender que no todos los partidos son iguales.
Su rival Begoña Villacís sufrió un escrache en el día de San Isidro. Villacís estaba embarazada y a punto de dar a luz. ¿Es una forma legítima de protestar?
No lo soporto. No me gustan este tipo de protestas, las rechazamos absolutamente. No sólo fue a Villacís sino a Martínez Almeida y después a Carmena. Hay otros canales y otras vías de protesta. Necesitamos diálogo y creo que en este momento nadie está pensando en esa política de crispación y en crear situaciones tan tensas.
¿En qué se parece la política al baloncesto?
El baloncesto siempre me ha parecido tolerancia, generosidad y juego en equipo. Esos elementos ya son muy importantes. También creo que lo son las normas de comportamiento, en la política y en el baloncesto.
¿Cómo definiría a Carmena en la cancha?
Una jugadora competente, atractiva, con muchas más posibilidades. Tiene una capacidad tremenda por desarrollar.
¿A qué se refiere?
Está empezando. Es una jugadora a la que vemos como veterana, y no.
¿Quién tira mejor los triples en la política española?
No creo en una política de triples. Lo he asociado inmediatamente a cuando nos preguntan cuál es nuestra propuesta estrella. Yo prefiero ir puntito a puntito. Una personal más otra, más un tiro de dos, que es también muy válido. Para mí no hay propuesta estrella, marcar un triple y salir a hombros sino muchas propuestas que mejoran Madrid. Puntito a puntito.
¿Quién comete más faltas personales?
Todavía no lo sé. Creo que han intentado hacerme alguna falta personal, pero las he intentado esquivar y no les he prestado mucha atención. Es más, hay veces en las que te hacen una falta personal y tú sigues jugando, en la acción. A mis jugadores les decía que cuando les hicieran una falta personal y no se la pitaran, no se descentraran.
¿Le pitaría usted más faltas a Rivera o a Casado?
Creo que hacen faltas porque no tienen manera de jugar. Si supieran jugar de verdad, si aportaran en positivo, no necesitarían hacer faltas. Hay muy buenas defensas que no necesitan hacer faltas, que no son agresivas ni de contacto. Se piten o no se piten, no deben ser utilizadas, porque demasiadas faltas, flagrantes o antideportivas, como la mentira, acaban penalizando.
¿Vox tiene sitio en la cancha?
Yo creo que no quiere jugar sino destrozar el juego. La política es un juego atractivo y bonito que estamos intentando transformar con el apoyo de los ciudadanos. Se nos está pidiendo que sea más limpio, sincero y con diálogo. Ellos quieren crear dificultades al juego, intentar cambiar las reglas por unas que están pasadas y antiguas, que no nos servían ni en el siglo XVI. Son reglas que ya no existen porque hemos cambiado mucho. No demos pasos atrás.
¿Le quedan muchos partidos a Pedro Sánchez?
Muchísimos. Tuve la fortuna y la sorpresa de que me pidió que le presentase en un desayuno informativo, una de sus primeras actividades políticas. Hablé de su capacidad de liderazgo. Entonces no era conocido como un líder y ahora vemos que lo es, y extraordinario, no sólo del partido sino de este país y de la socialdemocracia europea. Vamos a tener mucho Pedro Sánchez en el futuro.
¿Por qué un ciudadano progresista o de izquierdas debería votarle a usted en vez de a Carmena?
Porque vamos a aportar mejor gestión. Reivindico el trabajo que ha hecho el grupo socialista este tiempo. Carmena prácticamente no presentó un programa electoral y se guió por el del PSOE, que le ha apoyado para llevarlo a la práctica. Madrid Central, sin ir más lejos, es una propuesta del PSOE.
El problema es que ha habido una muy mala gestión. Se ha reducido deuda, que es algo positivo, pero se ha dejado de ejecutar el Presupuesto en casi 1.000 millones en una ciudad que necesita mucho trabajo en algunos barrios. Se han hecho algunas cosas y se ha avanzado, pero en buena medida gracias al PSOE.
¿Cuáles son las principales sombras de la gestión? ¿El Presupuesto sin ejecutar, los barrios olvidados o los problemas dentro del equipo de Carmena?
En el PSOE no tenemos que empezar a ponernos de acuerdo entre nosotros, venimos de acuerdo de casa. Ellos se presentaron con un grupo, pero no con un equipo. ¡A veces se habla de equipo con mucha facilidad! Empezaron a ponerse de acuerdo una vez estaban en la alcaldía con el apoyo del PSOE. Pero han tardado dos años y medio. Y, al mismo tiempo, han empezado a disgregarse y a crear más grupos. ¿Por qué? Porque no tenían el apoyo de un partido que desarrolle las políticas. Nosotros tenemos uno, el PSOE, con 140 años de historia, con experiencia de gestión y municipalista. Estamos preparados para gobernar.
Nuestro objetivo es la igualdad y que los barrios se parezcan más unos a otros, que en todos haya las mismas oportunidades
¿Cuál es el principal problema de Madrid?
La desigualdad. Entre hombres y mujeres, entre los barrios de dentro y de fuera de la M-30, entre los distritos del norte y del sur. Nuestro principal objetivo es la igualdad y que los barrios se parezcan más unos a otros, que en todos haya las mismas oportunidades. La igualdad convertiría a Madrid en una ciudad mucho más competitiva y atractiva económica y comercialmente.
Hay partidos que amenazan con revertir Madrid Central, las restricciones al tráfico contaminante en la almendra central. ¿Usted lo ampliaría geográficamente?
La sostenibilidad no es algo a futuro sino la base de todo. Tenemos que proteger al ciudadano en su salud. Los que no quieren Madrid Central suelen ser los mismos que niegan el cambio climático, que creen que no es un problema urgente o prefieren regular de otra forma. Los jóvenes nos dicen que no hay planeta b. Tampoco hay un Madrid b. Cualquier tipo de desarrollo económico tiene que basarse en la sostenibilidad.
¿Lo ampliaría?
No es cuestión de ampliar sino de hacer un buen diagnóstico sobre los problemas de la contaminación, el urbanismo o la movilidad. Me refiero a los planes de aire limpio, mejorar el transporte público o renovar el parque automovilístico. Tenemos que actuar con urgencia. Se necesitan 15.000 nuevas plazas de párking disuasorio. Tenemos que evolucionar en transportes alternativos como la bicicleta, que en Madrid llega a un 1% mientras que en otras ciudades llega al 6%, no digamos ya en otras ciudades europeas.
¿Cuáles son sus propuestas para abaratar el precio de la vivienda?
Es uno de los grandes problemas. En los últimos cinco años, el precio del alquiler ha subido en un 42%. Es una barbaridad. Lo que estamos consiguiendo es que nuestros jóvenes no tengan posibilidad de emanciparse hasta los 34 años. También perdemos habitantes en algunos barrios y, además, talento porque nuestros jóvenes salen de la ciudad.
¿Qué hacen otras ciudades europeas como Berlín, Viena o Amsterdam? Tienen casi un 25% de viviendas públicas en alquiler. En Madrid estamos en unos índices bajísimos. También hay que regular los pisos turísticos. Y hay más de 150.000 viviendas deshabitadas en Madrid. Algunas necesitan una rehabilitación para que se pongan en alquiler.
No propone penalizar a los propietarios de pisos vacíos.
No, hablamos de incentivar, por ejemplo a través de la rehabilitación. También hay que ampliar el número de viviendas públicas en grandes promociones urbanísticas.
Como en la llamada Operación Chamartín o Madrid Nuevo Norte.
Más que Operación yo prefiero llamarle oportunidad. Me gustaría ampliar de un 20% a un 50% el número de viviendas protegidas. Ahí la oportunidad.
¿Es partidario de un control de precios?
No soy partidario.
Propietarios de pisos turísticos han criticado la ordenanza del Ayuntamiento.
Nosotros estamos a favor del desarrollo económico, pero hay que regularlo. Hay 15.000 pisos turísticos en Madrid y sólo están registrados 2.191. Estamos ante un claro caso de alegalidad y yo no quiero una ciudad que se base en la alegalidad. El problema es gravísimo. Hay que escuchar a todos, porque a veces nos da la impresión de que sólo se escucha a algunos afectados.
¿Le gusta la ordenanza del Ayuntamiento?
Es mejorable. Había que regular, pero puede hacerse mejor.
Podremos plantearnos los Juegos Olímpicos cuando tengamos una estructura de igualdad, equilibrio y orgullo general
Tanto Carmena como usted han evocado la posibilidad de optar de nuevo a unos Juegos Olímpicos. ¿Debe concentrar energías el Ayuntamiento en un proyecto así?
Parece que la idea parte más de los propios medios, tanto en mi caso como en el de Carmena. Creo que hay muchas necesidades en materia de igualdad o de servicios sociales. Si nos acercamos al deporte, faltan estructuras para que Madrid demuestre que ahora sí se puede y hay posibilidades. No hay que dejar de pensar nunca en eso porque Madrid es una de las grandes capitales del mundo, con una energía y posibilidades excepcionales. Podremos plantearnos los Juegos Olímpicos cuando tengamos una estructura de igualdad, equilibrio y orgullo general.
¿Tiene la sensación de que la crisis institucional en Cataluña hace a Madrid más atractiva? Me refiero a su capacidad de atraer talento, cultura o negocios.
Madrid siempre ha tenido esas posibilidades, aunque a veces se haya olvidado. Si echamos la vista atrás vemos el desarrollo cultural de Madrid en los años 80. Los creadores de todo el país y del extranjero venían a Madrid atraídos por su cultura. Creo que ahora se está recuperando. Madrid es cultura, historia y patrimonio.
Económicamente, el potencial es tremendo y no por demérito de otras zonas. Pero necesitamos que esa energía se sienta en todos los barrios. ¿Por qué no van a ser atractivos Villaverde, Puente de Vallecas o Carabanchel? No podemos vivir de espaldas al patrimonio y a la cultura, porque eso hace que al final sólo algunas zonas de la ciudad disfruten de ellos.
Usted llegó a la candidatura después de que sonasen muchos nombres. Pedro Sánchez se la ofreció a Alfredo Pérez Rubalcaba y José Manuel Franco, líder del PSOE en Madrid, llegó a tantear a la propia Carmena... ¿Qué le pasa al PSOE para que haya sido tan difícil lograr un candidato?
No puedo valorar cuántos nombres ha habido ni cuántos han sido reales, que estoy seguro de que han sido muchos menos de los que han salido. No me preocupa. Estoy orgulloso de estar cerca del PSOE, al que he votado siempre, y de poder hacer un servicio público. Si puedo ayudar, ayudo. Si puedo mejorar Madrid, lo haré. Pero mi candidatura ya no es sólo una propuesta. He pasado por primarias y un 64% de los militantes me apoyaron. Eso ha creado una sensación de unidad que no es habitual en el PSOE, por lo que tengo entendido. Me siento muy apoyado.
¿Cómo fue el momento de la llamada de Sánchez?
Me dijo: “Vamos a charlar un rato”. Y yo, que no me había podido imaginar algo así, le dije que encantado. Le respondí: ¿Cómo? ¿Para la alcaldía de Madrid? ¿Directamente? Fue sorpresivo. Cuando eres candidato a la alcaldía no es como si vas a un legislativo: tu candidatura es para formar un gobierno si sales elegido. Entendí que había dificultades, me lo pensé un par de días con mi familia por cómo iba a cambiar mi vida, y le dije que sí.
Si usted no es alcalde, ¿seguirá en el Ayuntamiento?
Sí. Me parece algo muy importante. Es uno de mis primeros compromisos. No vengo sólo a ver qué pasa. Me pongan donde me pongan los madrileños, trabajaré por ellos cuatro años.