El rey Juan Carlos completa este domingo su retirada de la vida pública y ya no encabezará ningún evento de carácter institucional, una decisión que empieza a hacer efectiva al cumplirse en esta jornada los cinco años del anuncio de la abdicación en su hijo, Felipe VI.
No hay ningún acto de carácter oficial convocado con motivo de este punto y aparte en la vida de don Juan Carlos, pero, con carácter privado, presidirá en la plaza de toros de la localidad madrileña de Aranjuez una corrida homenaje a su madre, doña María de las Mercedes.
Aunque es habitual su asistencia a los espectáculos taurinos y tenía confirmada su presencia en el de Aranjuez desde hace tiempo, el hecho de que coincida con el día elegido para su retirada de la vida institucional le otorga un especial simbolismo.
Se espera que pueda estar acompañado por otros miembros de la familia del rey tanto en esa corrida como en un almuerzo privado que prevé celebrar también en Aranjuez.
En el coso, es previsible que reciba el homenaje de los aficionados y que le brinden alguna de sus faenas los toreros que conforman el cartel de la tarde: El Juli, Morante de la Puebla y José María Manzanares.
Decisión firme y meditada
Fue el pasado lunes cuando don Juan Carlos hizo pública su decisión de dejar de protagonizar actos institucionales mediante una carta enviada a Felipe VI y hecha pública por Zarzuela en la que aseguraba que se trata de una "firme y meditada" convicción.
Con 81 años ve llegado el momento de "pasar una nueva página", pero aunque deje la vida institucional mantendrá su condición de miembro de la familia real, su consideración de rey y el estatus jurídico que ha tenido desde su abdicación hace un lustro.
Por tanto, seguirá siendo aforado, como los parlamentarios y miembros del Gobierno, y capitán general de las Fuerzas Armadas en la reserva.
Zarzuela no descarta que pueda asistir también a algún acto oficial o conmemoración, pero ya sin ejercer la representación institucional de la Corona.
Su último acto oficial fue el pasado 17 de mayo en el Monasterio de El Escorial con motivo de la entrega del II Premio Órdenes Españolas.
Además, su retirada no afectará a sus actividades privadas, que seguirán siendo las que considere oportunas.
Desde su abdicación, don Juan Carlos ha protagonizado más de un centenar de actos oficiales, una agenda institucional condicionada por la operación de rodilla a la que se sometió en abril del año pasado.
39 años de reinado
Cinco años atrás, el anterior jefe del Estado justificó su decisión de abdicar en la necesidad de dar paso a una nueva generación decidida a emprender transformaciones y reformas.
Consideró que su hijo encarnaba la estabilidad y la apertura de una nueva etapa de esperanza para España.
Tras una rápida tramitación del proyecto de ley orgánica para hacer efectiva la abdicación, el 19 de junio de 2014 el hasta entonces Príncipe de Asturias fue proclamado rey.
Don Juan Carlos puso fin así a casi 39 años de reinado en los que España pasó a ser un estado plenamente democrático y su hijo heredó un país que en sus cinco años como rey ha vivido un complicado panorama político, con tres elecciones generales y la primera moción de censura que triunfa para hacer un relevo en la Presidencia del Gobierno.
A ello se suman los movimientos del independentismo catalán que llevaron a aplicar también por vez primera el artículo 155 de la Constitución y una respuesta del rey en favor de la unidad de España contestada con ataques verbales y gestos de desprecio de los soberanistas a la institución monárquica.
La intención de Junts per Catalunya de que Jordi Sánchez, en prisión provisional por su participación en el procés, sea quien les represente en la ronda de consultas del rey tras los comicios del 28 de abril ha condicionado el inicio de esas conversaciones.
La previsión es que puedan celebrarse esta semana y para ello Felipe VI ha despejado su agenda.
Será su sexta ronda. La sexta por tanto que no protagonice don Juan Carlos, y tras el paso que da este domingo, la primera después de su retirada de los actos institucionales.