"He mirado a los ojos al monarca español para decirle lo que probablemente nunca le habían dicho". Laura Borràs, portavoz de JxCat en el Congreso de los Diputados, fue a ver a Felipe VI dispuesta a ser original. Portaba un broche en forma de mariposa y un brazalete, dos ornamentos amarillos, el color con el que los partidos independentistas catalanes pretenden denunciar la existencia de lo que llaman "presos políticos".
A su salida compareció ante una concurrida sala de prensa en el Congreso de los Diputados. "Los catalanes no tenemos rey", proclamó.
JxCat, el partido de Carles Puigdemont, se tomó el trámite de consultas con el Rey de cara a una investidura como una oportunidad para reivindicar sus posiciones políticas y enfrentarse al jefe del Estado. Su partido censura al jefe del Estado desde que el 3 de octubre de 2017, dos días después del referéndum ilegal de autodeterminación, pronunciase un firme discurso en defensa de la Constitución.
Palabras graves, formas suaves
Aunque la expectación era alta, las formas fueron suaves y Borràs acabó pasando en Zarzuela más tiempo del previsto y del que el rey concedió a otros portavoces. "Le he dicho que no podía castigarse una realidad ignorándola, que primero era necesario conocerla, hacer el esfuerzo de comprenderla", ha dicho. Incluso han hablado de Edipo rey, la tragedia griega de Sófocles, en la que Borràs, profesora de literatura, ve paralelismos con la situación actual.
JxCat sigue reclamando el derecho a la autodeterminación y el fin de las acciones judiciales contra los procesados ante el Supremo. Su partido tiene tres que además son diputados en el Congreso, aunque han sido suspendidos de sus funciones. Se trata de Josep Rull, Jordi Turull y Jordi Sànchez.
Precisamente se trata de tres diputados que podrían ser decisivos si renuncian a sus cargos y permiten que corra la lista, de forma que tres nuevos parlamentarios de JxCat sí puedan votar en la investidura. Según Borràs, Rull, Turull y Sànchez de momento no están por la labor de renunciar.
Borràs ha dicho que Pedro Sánchez no está por la labor de cumplir las condiciones que su partido le pone a cambio de apoyar o facilitar su investidura. "Si reúne esas condiciones, de momento lo disimula mucho", ha dicho.