A veces, las frases más sencillas son las más elocuentes. "Todos los aspectos de la vida son así. Cuentas con los que quieren contar y tienes que hacerte a la idea de no contar con quienes no quieren contar". Lo dijo el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, este miércoles en el Congreso de los Diputados. Por obvia, pasó desapercibida.
Si se aplica esa lección vital a la investidura, se puede concluir que el PSOE no tiene atada la investidura de Pedro Sánchez, aunque la sesión parlamentaria se celebrará "lo antes posible", según Ábalos. Incluso aunque no prospere.
El PSOE cuenta con sus 123 diputados y con el escaño del Partido Regionalista de Cantabria. En total, 124 diputados asegurados. Confía además en poder sumar a Unidas Podemos (42), PNV (seis) y Compromís (uno). Estas tres formaciones no han comprometido su apoyo pero están dispuestos a otorgarlo con condiciones que el PSOE considera negociables. En total, 173 diputados.
De momento, en frente tiene 149 "noes" confirmados: PP (66), Ciudadanos (57), Vox (24) y Coalición Canaria (2). Navarra Suma, coalición de Unión del Pueblo Navarro (UPN), PP y Ciudadanos, tiene dos escaños, pero sólo negociará su apoyo o, más bien, abstención si Sánchez le otorga el Gobierno de Navarra y el de Pamplona, algo a lo que el PSN no está dispuesto. Los partidos independentistas, ERC, JxCat y EH Bildu, suman 26, aunque cuatro de ellos están suspendidos y no pueden votar.
En el mejor de los casos, un empate insuficiente
Las cuentas, resumidas, son las siguientes. El PSOE está en disposición de asegurar que puede negociar 173 síes, pero enfrente tiene de momento 177 noes. Incluso aunque los cuatro suspendidos no voten (y se espera que Oriol Junqueras dimita, con lo cual su sustituto sí podría hacerlo y sumar un "no"), Sánchez no sería elegido, ya que tendría 173 votos en contra, los mismos que a favor.
La investidura de Pedro Sánchez está en punto muerto por esta aritmética, reforzada por muchos condicionantes y declaraciones taxativas de esta semana. "No vamos a apoyar ni un Gobierno de coalición con Podemos, ni uno Gobierno programático con Podemos ni un Gobierno de cooperación internacional o cooperación al desarrollo con Podemos", resumió Ana Oramas (Coalición Canaria), este mismo miércoles tras verse con Ábalos. "No podemos dejar que el Gobierno de Navarra esté presidido por una socialista con el voto de Bildu y aquí estar colaborando con el ese PSOE", dijo Carlos García Adanero, de UPN, tras reunirse con el número tres socialista.
La vía canaria parece muerta, ya que PSOE y Coalición Canaria son ahora férreos enemigos en las islas, donde se disputan encabezar el Gobierno regional. Lo mismo pasa en Navarra, donde se suma la alcaldía de Navarra y el ingrediente de EH Bildu, imprescindible para que los socialistas accedan al Gobierno foral y municipal, como han dicho que intentarán con el apoyo de Ferraz. Sin esos cuatro votos, serán determinantes ERC, JxCAT o EH Bildu.
La carta independentista
Ahora, según díría Ábalos, está por ver que estos partidos quieran contar para la investidura. De momento, este jueves habrá reunión con los independentistas catalanes. Adriana Lastra, vicesecretaria general del PSOE, se reunirá con Laura Borràs y Miriam Nogueras (JxCAT) y con Gabriel Rufián (ERC). Si los tres diputados suspendidos de JxCat no dimiten, no computarían a efectos de la aritmética y Sánchez podría resucitar la vía navarra o canaria a cambio de perder alguno de esos dos Gobiernos autonómicos. Si ERC se abstiene (y tiene 15 diputados decisivos), los "noes" nunca superarían a los "síes". Todo ello suponiendo que la negociación con Unidas Podemos y el PNV va bien.
Este miércoles, Ábalos ya no descartó a los independentistas para investir a Sánchez. Al número tres socialista le preguntaron si los independentistas podrían incluirse en la ecuación. "Incluidos todos los diputados, los 350 diputados, que nos merecen la misma consideración y cuentan exactamente lo mismo. Son 350 diputados con los que tenemos que contar. Eso es a lo que nos aboca la realidad y los números. En cualquier caso, hay más voluntad de construir numéricamente que de obstruir. Eso es al menos una nota esperanzadora", dijo.
En otras palabras: el "no" de PP y Ciudadanos no le deja más opción al PSOE que los independentistas. Y eso no quiere decir que negocien con ellos sino que tan solo se pongan en sus manos. Si deciden abstenerse, será bajo su responsabilidad. Si no, el conocido como "reloj de la democracia" echará a contar. Desde la primera votación de investidura, si es fallida, se inicia un plazo de dos meses para que algún candidato reciba la confianza del Congreso. Si no, se repiten las elecciones. Y el PSOE cree que ese riesgo haría que algunas de las exigencias de los demás partidos se relajasen.