Poco más de 11.000 vecinos en el Alto Deva, región montañosa de valles verdes. Oñate (Guipúzcoa) es municipio de profundas raíces históricas y culturales. Alejada del centro histórico se erige la casa cuartel de la Guardia Civil. El medio centenar de agentes que la ocupan, también sus familias, viven en un "entorno conflictivo". Además del largo historial de atentados de ETA, sus agentes lamentan la "presión" que sufren por parte de sus vecinos: hablan de caceroladas, escraches y campañas exigiendo su retirada.
Fuentes asociativas de la Guardia Civil consultadas por EL ESPAÑOL lo tienen claro: Oñate es "el peor destino" que le puede tocar a un agente en el País Vasco. Admiten que la convivencia en ciertos municipios vascos o navarros está aún muy lejos de la normalidad tras décadas de fractura social y terrorismo. Pero el caso de Oñate, apuntan, es excepcional. Hay un día en el que esa presión se manifiesta expresamente.
Del 'flashmob' al escrache
Año tras año, y coincidiendo con las mismas fechas, varias organizaciones vecinales o abertzales organizan un acto para exigir la retirada de la Guardia Civil de su pueblo. En la memoria de los agentes está el escrache al que se les sometió en junio de 2018: una manifestación bajo el eslogan de Fan Hemendik [Fuera de aquí] que recorrió las calles del municipio y que se hizo sentir especialmente a las puertas de la casa cuartel. Líderes regionales y locales de fuerzas independentistas, sobre todo abertzales, ocuparon un puesto destacado en la marcha.
El acoso a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ha tenido otras formas en otras ediciones: en 2014 se grabó un flashmob en tono festivo al ritmo de una canción en la que se exige a los picoletos y txakurras [perros en euskera, como el entorno radical llamaba a los efectivos policiales] que se marchen.
Un 'referéndum'
Escraches, caceroladas, manifestaciones... ¿y este año? El de esta semana -con el sábado como día central- será un acto menos ruidoso pero igualmente cargado de simbolismo: una suerte de referéndum basado en recogida de firmas bajo el título de Jare Kuartela Eguna [Día libre sin cuartel].
"Una vez más los 40 agentes y sus familias volverán a sentir el odio de sus vecinos hacia ellos", lamentan desde la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC). Según señalan, la recogida de firmas se lleva haciendo desde hace un mes "con el apoyo de su consistorio [gobernado por EH Bildu] a través de su página web y su revista municipal".
Y añaden: "Es una vergüenza que cada año tengan que soportar este acoso y odio de unos intransigentes que se hacen llamar demócratas cuando sus acciones nos demuestran que no aceptan a los que no piensan como ellos".
En términos similares se expresa el Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco (Covite). El objetivo del acto, señalan, es "la mofa y la burla contra este cuerpo policial": "En los últimos años se han producido una veintena de actos contra la Benemérita en Oñate". Por eso piden "tanto al Gobierno central como al Gobierno vasco" que "se impliquen" en la protección de la Guardia Civil.
Las fuentes asociativas de la Guardia Civil consultadas por este diario advierten de que su retirada de municipios como el de Oñate no es una idea que se contemple a corto plazo. Aun siendo el "peor destino" para un agente y su familia señalan que su presencia es "imprescindible" y que también reciben el apoyo de una pequeña parte de la población.