La Guardia Civil ha desarticulado una red que supuestamente se dedicaba a la distribución de hachís desde el sur al norte de España y de ahí a Francia e Italia, y ha detenido como presuntos integrantes del grupo a 29 personas en Cantabria, Girona, Sevilla, Jaén, Huelva y Málaga.
La operación, denominada Mizo, se inició tras conocerse que un vecino de Santander se dedicaba al tráfico de hachís y marihuana y al localizar a su proveedor, se supo que mantenía estrechos contactos con personas procedentes del sur de España para introducir en Cantabria cantidades notorias de hachís.
El cabecilla de esta red era un argelino, residente en el sur del país, que había salido recientemente de una prisión de Marruecos y había retomado contactos en España con personas dedicadas al tráfico de esta droga.
Según explica la Guardia Civil en un comunicado, este hombre se había integrado en una red que se dedicaba a traficar en Italia con hachís que llegaba del sur de España y del que se hacían cargo "transportistas" de la organización.
Esos "transportistas", una vez cargado su vehículo con la droga, se dirigían a Barcelona y de allí a La Junquera (Girona) para continuar a Italia.
Desde noviembre pasado la Guardia Civil ha interceptado varios envíos de droga y detenido a varios transportistas, aunque el proceso de desmantelamiento de la organización se prolongó hasta finales de mayo con la detención de 17 personas en Cantabria, tres personas en La Junquera, dos en Jaén, tres en Sevilla, dos en Huelva y dos en Manilva (Málaga).
Se han practicado registros, bajo la dirección del Juzgado de Instrucción número 3 de Santander y la Fiscalía Antidroga de Cantabria, en Santander, Villaescusa, Maliaño, San Andrés de Rabanedo, Sevilla, Jimena de la Frontera (Cádiz) y Algeciras.