Almeida dice que aceptará "peticiones razonables" de Vox en "un marco sensato"
La primera reunión con Ortega Smith ha sentado "las bases" de la negociación con el Partido Popular: "Todavía quedan bastantes cuestiones que tratar".
18 junio, 2019 21:08El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha mantenido este martes una primera reunión con el secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, para sentar "las bases" de una negociación que se producirá en un "marco sensato" y con "peticiones razonables" por ambas partes, según el regidor.
El encuentro, mantenido en el Palacio de Cibeles, ha durado alrededor de tres horas y media y han acudido además de Martínez-Almeida y Ortega Smith, el secretario de Organización del PP, Javier Maroto y el portavoz del partido de Santiago Abascal en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros.
Al término de la reunión el alcalde de la capital ha defendido que el PP cumple su compromiso de negociar con Vox y no ha querido detallar el contenido de la conversación ni el resultado definitivo porque considera "absolutamente aventurado hacerlo en este momento".
El primer edil de la capital no ha querido revelar si se negocian concejalías de distrito, de gobierno u otros puestos en el Ejecutivo en coalición con Ciudadanos.
"Las negociaciones son negociaciones -ha dicho- y deben mantenerse en un cierto margen de discreción", aunque ha defendido que "por supuesto se hará público el acuerdo al que se llegue en su momento".
Almeida ha explicado que han "establecido las bases de esa negociación de acuerdo al documento que se firmó en el momento entre el PP y Vox" y que aunque "todavía quedan bastantes cuestiones que tratar" cree "que puede ser un buen principio", por lo que ve "más cerca" el cumplimiento del acuerdo entre el PP y Vox.
Y ante las cuestiones que queda por tratar ha subrayado que los 20 días que ambos partidos se han dado para negociar y que empezaron a contar el pasado sábado "no se han agotado ni de lejos".
Los dirigentes de Vox no han hecho declaraciones y han abandonado el Palacio de Cibeles por la salida en la que no estaban esperando los periodistas.