Efe

Pablo Iglesias aprendió de los errores de 2016 y se ha autoimpuesto la discreción para encarar la negociación con Pedro Sánchez, pero, aunque el tono es ahora dócil, el objetivo del líder de Podemos sigue siendo tener ministerios en un futuro gobierno con el PSOE y hacer oídos sordos a las presiones.

Pablo Iglesias no quiere estridencias y esta semana ni siquiera ha reaccionado con palabras a lo que algunos vieron una "provocación" de la vicepresidenta Carmen Calvo, que instó a la formación morada a decidir si aceptaba la propuesta de tener cargos importantes en el Gobierno, pero no ministerios.

Sin bajar al barro, la única respuesta de Pablo Iglesias ha sido pedir al PSOE la creación de una vicepresidencia de Sostenibilidad y sugerir sutilmente que podría dirigirla Podemos.

Según indican fuentes de la formación morada, Pablo Iglesias sigue a la espera de recibir una propuesta concreta del jefe del Ejecutivo con los puestos administrativos que está dispuesto a cederle a Podemos, un documento sin el cual no pueden seguir las negociaciones. 

Su intención es estudiar con atención y respeto cualquier propuesta del presidente del Gobierno, aunque la postura de Podemos es "bien conocida" y consiste en repartir los puestos de poder con el PSOE de forma proporcional.

Con 42 diputados frente a los 123 del PSOE, Pablo Iglesias aspira a estar dentro del Gobierno. Además, en la formación morada no comprenderían que Pedro Sánchez les negase esa ambición teniendo en cuenta que en la Comunidad Valenciana y Baleares se han cerrado ya coaliciones en las que Podemos ocupará vicepresidencias.

Los equipos no han comenzado a trabajar, pero Pablo Iglesias está tranquilo, según estas fuentes, porque ya se había preparado para una negociación difícil y se siente preparado para asumir la presión que Pedro Sánchez pueda ejercer sobre él en busca de su apoyo en una investidura.

Iglesias es reacio a una repetición electoral que se podría traducir en una caída aún mayor en número de diputados, pero desde la formación morada ya han avisado de que es Pedro Sánchez el que necesita tener amarrados los apoyos antes de ser investido.

Y los de Podemos no van a ser gratis. Al contrario, costarán más caros si se buscan contrarreloj, porque entienden los morados que el que arriesgaría en una circunstancia así la Presidencia es Sánchez.

A la espera de que se reanuden los contactos, la formación morada insta al presidente del Gobierno a seguir el "camino" que ambas formaciones han emprendido ya en la Comunidad Valenciana, Canarias, La Rioja y Baleares: pactar y cooperar con generosidad.

El presidente del Gobierno ha admitido que "lógicamente Unidas Podemos tiene todo el derecho de verse representado en el ámbito de la administración pública" pero considera que él ha hecho una propuesta a la formación de Pablo Iglesias "razonable, sensata y ambiciosa".

A lo que Podemos replica que el valenciano Ximo Puig les cedió una vicepresidencia y una conselleria y en Baleares el juez en excedencia Juan Pedro Yllanes, número uno de Podemos en las elecciones autonómicas, será el vicepresidente de Francina Armengol y estará al frente de una de las dos consellerias que gestionará Podemos en el nuevo Gobierno autonómico: Comercio, Industria y Energía, y la de Agricultura, Pesca y Consumo.

Y aunque en Canarias y La Rioja no se han conocido los extremos de los acuerdos, también Podemos te ndrá puestos en unos gobiernos que ayer Pablo Iglesias usó para lanzar un aviso: "Si hay respeto por el aliado, cooperación y coherencia, se sacan adelante investiduras".