Algunos aviones, atendiendo al país de origen, se consideran como "vuelos calientes". Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado controlan los intentos de colar droga en nuestro país: además de atender a los equipajes, se fijan en la actitud de los pasajeros, que muchas veces son muleros pagados por las mafias para hacer llegar sus cargas.
En la mayoría de los casos, los muleros afrontan graves riesgos para su salud. Introducen las bellotas en su cuerpo con la intención de entregarlas a un enlace cuando lleguen a su país de destino.
Pero también hay casos insólitos, como el que afrontó la Policía Nacional el pasado 18 de junio en el aeropuerto de Barcelona. Los agentes detectaron a un individuo que caminaba con actitud nerviosa, con un sombrero cubriendo su cabeza.
Cuando le instaron a descubrirse, los policías notaron un bulto extraño en la cabeza del individuo. ¿El motivo? Llevaba medio kilo de cocaína oculto el doble fondo de su peluquín, que a la vez se había pegado con un adhesivo a la cabeza.
La Policía Nacional, en su cuenta oficial de Twitter, ha difundido la noticia. Con una burla hacia el detenido -"¡Se le va a caer el pelo!"-, la institución pretende concienciar del alto precio que pueden pagar los muleros si tratan de introducir droga en nuestro país.