El salto masivo a la valla de Melilla se ha saldado con varios heridos, entre los que figuran dos inmigrantes, agentes de las fuerzas marroquíes y seis guardias civiles. Entre estos últimos, uno ha sufrido la rotura de la nariz, fruto de un cabezazo que le ha propinado una de las personas que trataba de acceder a territorio español.
El suceso se ha producido en torno a las siete de la mañana de este viernes. Cerca de 200 personas se han repartido por diferentes puntos del vallado y, de "un modo organizado", han tratado de saltar el perímetro fronterizo, tal y como detallan fuentes de la Delegación del Gobierno de Melilla. Medio centenar han logrado su propósito.
Guardias civiles implicados en la seguridad de la frontera apuntan a que los inmigrantes les habrían lanzado piedras desde el otro lado de la valla, con el objetivo de dispersar a las fuerzas de seguridad, y usado garfios para saltar la frontera.
En el operativo han participado agentes del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) y el helicóptero de la Guardia Civil, además de tres patrullas de la Policía Nacional y dos de la Policía Local.
"Actitud agresiva"
Los agentes denuncian la "actitud agresiva" de las personas que querían entrar en España. Uno de los guardias civiles ha sufrido una rotura de nariz por un cabezazo que le han propinado, mientras que otros cinco tienen contusiones y heridas de diferente grado.
La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) habla de "un nuevo asalto muy violento": "Ya no son solo hombres y mujeres desesperados por buscar un futuro mejor; a esa desesperación se suma una perfecta organización, en la que la violencia es su baza principal, para lograr que en cada asalto entre el mayor número de ellos".
"A un puñetazo, una pedrada no se responde con un arma de fuego, pero si con otro tipo de material antidisturbios que garantice la seguridad del guardia civil y la vida del inmigrante", señalan desde la misma asociación.