El hijo de 'Josu Ternera' reaparece como cabecilla antisistema frente a la cumbre del G7 en Biarritz
Egoitz Urrutikoetxea es una de las caras visibles del grupo G7 Ez ['No al G7'], que ha organizado varios actos contra el encuentro.
22 agosto, 2019 03:02Noticias relacionadas
La localidad francesa de Biarritz, unos 24.000 habitantes, será el escenario en el que se reunirán los líderes del G7; una cumbre en la que se abordarán asuntos económicos, políticos y hasta militares de escala global. No faltan los grupos antisistema que, coordinados para la ocasión, han anunciado una serie de actos de protesta. Una de las voces destacadas -más que por su mensaje, por el simbolismo de su reaparición- es la de un viejo conocido de las fuerzas antiterroristas. Se trata de Egoitz Urrutikoetxea, hijo de José Antonio Urrutikoetxea, más conocido como Josu Ternera.
"No al G7, construyendo otro mundo", rezaba el eslogan del encuentro organizado por la asociación G7 Ez ['No al G7', en euskera]. Un mapa de Euskal Herria, con una estrella roja en el lugar donde se ubica Biarritz, es el símbolo en el que se sostiene el grupo. Bajo el lema de "contra-cumbre", presumen de ofrecer "alternativas reales" a las propuestas del G7.
En la tribuna y frente a los micrófonos, Egoitz Urrutikoetxea detalló algunos de los puntos del programa en esta "contra-cumbre" de Biarritz. La organización ha preparado una serie de actos a ambos lados de la frontera, entre Irún y Hendaya, entre los que destaca un campamento que acoge a un nutrido grupo de personas afines a sus propuestas.
El acto de G7 Ez supuso la reaparición del hijo de Josu Ternera. Policía Nacional y Guardia Civil han seguido sus pasos en los últimos años. Detenido en varias ocasiones, fuentes de la lucha antiterrorista afirman que ha sido un apoyo para su padre en la clandestinidad. Ha sido detenido en varias ocasiones, pero no se le atribuyen labores de responsabilidad en ETA.
Egoitz Urrutikoetxea apoya ahora su discurso en mensajes ecologistas, feministas, contra la gestión de los refugiados... para arremeter contra el G7. Desde la izquierda abertzale apoyan este discurso; el propio Arnaldo Otegi, dirigente de EH Bildu, protagoniza algunos de los carteles con actos organizados por el colectivo.
El despliegue policial
En la cumbre del G7 se afrontarán algunos de los principales problemas políticos, económicos y de seguridad que afectan al mundo. Francia, Estados Unidos, Reino Unido, Japón, Alemania, Italia y Canadá constituyen el núcleo duro del grupo, aunque en esta ocasión también se ha invitado a los representantes de otros países.
D-5#G7Biarritz will start on Saturday in a renewed format and with the unprecedented participation of leaders from 8 invited countries and several heads of international organizations.
— G7 France (@G7) August 19, 2019
It is by working with everyone that #G7France will fight against inequality! pic.twitter.com/FK1mMnVsKy
La cumbre está rodeada de un fuerte dispositivo de seguridad. Además de los grupos antisistema que han anunciado acciones desde España, los llamados chalecos amarillos han convocado diferentes protestas contra las políticas de los líderes mundiales.
Por ello, desde Francia se ha anunciado el despliegue de 13.200 agentes para proteger el encuentro, a los que hay que sumar un destacado contingente militar. Asimismo, el Ministerio de Interior español desplegará a la Guardia Civil, Policía Nacional y a la Ertzaintza para proteger las principales vías de acceso a Francia y evitar que haya problemas o altercados.
Problemas de tráfico
Desde la Dirección General de Tráfico se ha recomendado que no se empleen los pasos fronterizos de Navarra y País Vasco durante los próximos días:
Ante la Cumbre #G7 que se celebra los días 24, 25 y 26 de agosto en #Biarritz #Francia , evita los pasos fronterizos de #Euskadi y #Navarra. Sigue las indicaciones de la #AT @guardiacivil y los paneles de mensaje variable en #carretera @trafikoaEJGV @InformacionDGT pic.twitter.com/LFLLxtJlTl
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) August 21, 2019
Fuentes de seguridad consultadas por EL ESPAÑOL admiten que la elección de celebrar la cumbre en Biarritz, localidad casi fronteriza con nuestro país, supone un reto importante; principalmente, por el traslado y despliegue de centenares de agentes... para una cumbre de la que España no forma parte.