El comandante Francisco Marín Núñez no ocultaba su pasión formar parte del Ejército del Aire. "Un sueño", decía, al hablar de su profesión. A los mandos de los cazas españoles participó en la misión en Afganistán. Después, como instructor, se presentó como voluntario para formar parte de la Patrulla Águila. Él mismo comentaba que los vuelos con este grupo eran "arriesgados". Este lunes, perdía la vida al estrellar su avión C-101 en La Manga (Murcia), en el mar Mediterráneo.
"Los requisitos para ser piloto de la Patrulla Águila son dos: presentarse como voluntario, ya que es un vuelo arriesgado; y ser pilotos de caza y ataque", detallaba el comandante Francisco Marín -Paco, le llamaban sus conocidos- en una entrevista en la cadena regional murciana Canal 7.
Fuentes militares consultadas por EL ESPAÑOL detallan la gran habilidad que Paco Marín tenía a los mandos de las aeronaves. El grupo de la Patrulla Águila la constituyen siete aviones C-101, divididos a su vez en tres subgrupos: el primero, de cuatro aeronaves y que vuelan en rombo; el segundo, de dos; y el tercero, de una, a cuyo piloto le encomiendan las maniobras más complejas. Marín era este último.
La trayectoria
El comandante era un militar de "vocación tardía", como él mismo explicaba en la entrevista. Cuando cursaba COU en el colegio -actualmente 2º de Bachillerato-, le "picó el gusanillo" del Ejército del Aire.
Cursó cinco años en la Academia, donde se licenció con el empleo de teniente. Tras seis años destinado en Albacete, fue nombrado instructor en la Escuela de Caza y Ataque del Ejército del Aire. Estuvo tres años en Talavera la Real, regresó a Albacete y después viajó hasta el cuartel general, en Madrid.
A partir de entonces comenzó su doble función en el Ejército. Era instructor, adiestrando a los alumnos en labores de vuelo y maniobras. El C-101 es el avión que se emplea para que vayan adquiriendo destrezas a los mandos de un caza. Pero también era piloto de la Patrulla Águila, para lo que se presentó voluntario.
El comandante también estuvo desplegado en Afganistán, en la Fuerza Internacional de Asistencia. Su misión: escoltar a los convoys españoles para que no sufrieran percances.
"Hacer deporte y estar en forma ayuda -afirmaba en la entrevista-. Somos pilotos de trayectoria dilatada. La preparación aeronáutica nos la ha dado el bagaje personal. Requiere mucha concentración".
El accidente
Francisco Marín pilotaba un avión C-101 en la mañana de este lunes cuando se estrelló contra el mar Mediterráneo en las inmediaciones de La Manga (Murcia). El suceso tuvo lugar a las 9.38 de la mañana, según informan fuentes del Ministerio de Defensa.
El avión sólo estaba tripulado por el comandante. Pese a lograr eyectarse -señalan las mismas fuentes- el militar no ha logrado salvar la vida.