"Cuando te venga el pensamiento suicida, es cuando tienes que dar la voz de alarma. En el inicio del pensamiento. Luego ese sentimiento se te queda atrapado y te da la sensación de que no puedes seguir". Quien habla es Isabel Torrejón, una joven escritora de San Fernando (Cádiz). Y habla desde la experiencia de una mujer que ha vivido dos intentos de suicidio.
Y si habla es porque consiguió salir de la encerrona que su cabeza le preparó hablando con su familia y acudiendo a especialistas privados. "Me hubiera muerto de ser por la sanidad pública", sentencia.
Isabel Torrejón fue una de los casi 20 ponentes que participaron este lunes en la jornada conmemorativa del Día Mundial de la Prevención del Suicidio que organizó el Teléfono contra el suicidio (911 385 385) en la Asamblea de Madrid. Todos coincidieron en que hace falta insistir en esa palabra que ha sido tabú durante tantos años: "suicidio".
Un suicidio cada 150 minutos
Según los últimos datos oficiales al respecto, entre 3.600 y 3.700 personas se quitan la vida cada año en España. Unas 10 al día. Una cada dos horas y media.
Es una tendencia que va al alza. De hecho, el suicidio es la primera causa de muerte no natural en España y dobla el número de fallecidos al año por accidentes de tráfico. Son cifras que multiplican por 11 las muertes por homicidio y que elevan en unas 80 veces la cantidad de víctimas por violencia de género. Sin embargo, al contrario de lo que sucede con estas otras causas de muerte inducida, no existe ningún plan nacional integral de prevención a nivel estatal.
Asunto de Estado
En noviembre de 2017, Iñigo Allí, entonces diputado de UPN, impulsó una proposición no de ley en el Congreso de los Diputados. La propuesta exigía que en un plazo de seis meses se presentase el Plan Nacional de Prevención contra el Suicidio. Fue aprobada por unanimidad de todos los partidos en el Congreso, pero no se llegó a desarrollar. En gran parte por la dimisión de la entonces ministra de Sanidad, Carmen Montón.
"Esa propuesta sirvió de poco", confiesa Allí, que apela al liderazgo político para buscar una solución. "Entre las 370 medidas de Sánchez, ningún punto tiene que ver con las conductas suicidas o con el plan de prevención nacional contra el suicidio", lamenta.
Gran parte de los ponentes de las jornadas coinciden en que ese plan nacional de prevención es necesario porque el suicidio "es un asunto de Estado".
Salud mental
Al contrario de lo que se piensa, tanto familiares de personas que se suicidaron como quienes sobrevivieron a sus propios intentos y los profesionales piden que se hable más del suicidio. "Hablar del suicidio a una persona en riesgo, en vez de fomentarlo, como se piensa, ayuda a prevenir", explica Alberto Reyero, consejero de Políticas Sociales, Familias, Igualdad y Natalidad de la Comunidad de Madrid. "A veces, incluso, puede ser la única oportunidad. Hablar salva vidas".
Con él coinciden también los organizadores de las jornadas, que piden que caigan otros mitos como el que dice que sólo las personas con problemas graves se suicidan o ese otro que asegura que las personas que intentan suicidarse no avisan. El suicidio es multicausal.
"Estamos hablando de personas que sufren", asegura Néstor Szerman, jefe del Servicio de Salud Mental Retiro del madrileño Hospital Gregorio Marañón. "Más del 90% de las personas que se involucran en conductas suicidas tienen trastornos mentales. Estamos hablando de personas cuyo funcionamiento mental no es el adecuado. Así que si seguimos hablando del suicidio como una elección personal, como algo romántico, nos estamos equivocando. El suicidio, como lo que es, debe salir del armario".
Hace cinco años, Szerman puso en marcha un programa llamado PRISURE, que obliga a atender en menos de siete días a todos los pacientes que pasen por el hospital y que presentan conductas suicidas. En este tiempo han tratado a 200 personas. El 70% han completado el programa. "El suicidio se puede prevenir, y hay que hacerlo", argumenta.
"Estas personas quieren dejar de sufrir, pero no de vivir", sostiene Ana Lancho, presidenta de la Asociación La Barandilla y representante del teléfono contra el suicidio. En el teléfono contra el suicidio han atendido cerca de 2.000 llamadas en el último año. Más de 8.000 personas se plantean el suicidio en España cada año, según datos del INE de 2017. Casi la mitad de ellos lo consuman.
Prevención
Otro de los proyectos para la prevención del suicidio presentados este lunes ha sido la plataforma LIFE. José Manuel Gómez, investigador principal de la Plataforma de Prevención de suicidio y Acoso en las redes sociales de la Universidad de Alicante, está desarrollando un robot que rastree sitios públicos para detectar mensajes con ideación suicida.
"La vacuna contra el suicidio es la comunicación", afirma Vanessa Oulego, presidenta de Ángeles de Azul y Verde, una asociación que promueve el bienestar psicológico de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, integrada por más de 70 policías y guardias civiles voluntarios en toda España que tienen en común "la capacidad de empatizar con el dolor ajeno".
Reivindicaciones de los expertos
Además de un Plan Nacional de Prevención del Suicidio, los participantes en la jornada del lunes pidieron otros compromisos:
- Mejora de la Atención Primaria de salud para detectar a personas en riesgo.
- Incrementar la calidad de los servicios de Salud Mental, hoy colapsados y con escasos recursos, e implementar campañas que aminoren el estigma social que acompaña a la enfermedad mental.
- Plan de formación para sanitarios, profesionales de la enseñanza, trabajadores sociales, personal de los servicios de emergencia y de los cuerpos de seguridad, y trabajadores en el ámbito de tercera edad incorporando la prevención del suicidio a los planes curriculares.
- Solicitar al INE una mejora en los estudios estadísticos.
- Apoyo y atención a las organizaciones dedicadas a la prevención y a aquéllas que aglutinan a los afectados y sus familias.
- Compromiso de los medios de comunicación para ofrecer, de manera veraz y preventiva, información que dé visibilidad al problema y a las estrategias preventivas.
- Plan de actuación en la redes sociales para la detección temprana de riesgo de los más jóvenes.
- Planes específicos de prevención para los Cuerpos de Seguridad del Estado.
Pedir ayuda
Si está en una situación parecida, por favor, cuéntelo y solicite ayuda. No se aísle. Hable con su médico de familia u otro profesional sanitario. También puede llamar al teléfono contra el suicidio (911 385 385), al teléfono de la esperanza (717 003 717) o a emergencias (112). Muchas personas que han pasado por algo así inciden en que los que piensan en el suicidio no quieren morir, sino liberarse de las situaciones intolerables de la vida y del sufrimiento emocional y físico. Pero hay otras soluciones.