Ocurrió el sábado y fue un comentario muy pensado. Alfonso Alonso, líder del PP vasco, intervenía en la clausura de una conferencia del partido en Euskadi antes de que lo hiciera Pablo Casado.
Los nervios estaban de punta tras días de tira y afloja con Cayetana Álvarez de Toledo, que había criticado la tibieza del PP vasco contra el nacionalismo. El secretario general del partido en Euskadi, Borja Semper, llegó a criticar que Álvarez de Toledo estaba muy acostumbrada a pisar moqueta mientras otros se jugaban la vida por defender sus ideas frente al nacionalismo.
Entonces, ocurrió. "Mañana juega el Alavés contra el Sevilla. Quiero que gane el Alavés. A las 14 también es la final del Mundial de baloncesto. Como es España-Argentina, yo quiero que gane España, aunque yo respeto profundamente a los argentinos", dijo Alonso, sin poder contener la risa. "Leeis las cosas que pasan y parece que es una cosa terrible. ¡No es verdad! Somos compañeros, amigos", aclaró justo a continuación, refiriéndose a la polémica con Álvarez de Toledo.
Este lunes, dos días después, llegó la sorpresa. "A mi lo que me ha sorprendido mucho es que un antinacionalista acérrimo como el señor Alonso me pudiera calificar a mí de extranjera", ha dicho Álvarez de Toledo en un desayuno informativo, lamentando ataques "personales".
Álvarez de Toledo nació en Madrid y tiene la nacionalidad argentina (allí pasó buena parte de su infancia y conserva el acento) francesa y desde 2007, española.
Álvarez de Toledo no ha matizado ni retirado sus declaraciones de la semana pasada en una entrevista en Es Radio. "Los errores que se cometieron en el PP vasco fueron porque se apartaron de esa consigna de que lo moral es lo eficaz, y se creyó que acercándose a posiciones más tibias, más de contemporización con el marco del nacionalismo se podía obtener un mejor resultado. Ya se ha demostrado que esa posición ha fracasado".
Pero, el sábado en Vitoria, Casado hizo una defensa cerrada de las posiciones del PP vasco, al que aseguró deberles su carrera política. Casado también defendió la idea de España Suma, de la que Álvarez de Toledo es una abanderada y que el PP vasco rechaza porque sería una alianza con Ciudadanos y Vox, que rechazan la foralidad.