El Gobierno cree que ya no es tiempo para hacer equilibrios. El independentismo debe condenar los disturbios de la tarde y noche de este martes, aunque hayan partido de grupos minoritarios. "Es evidente que no estamos ante un movimiento ciudadano pacífico, sino coordinado por grupos extremistas que utilizan la violencia en la calle para romper la convivencia en Cataluña", ha dicho el Ejecutivo en un nuevo comunicado emitido en la mañana de este miércoles.
"Una minoría está queriendo imponer la violencia en Cataluña y quebrar la convivencia. El independentismo tiene que condenar firmemente esa violencia", indica. La nota llega mientras el president de la Generalitat, Quim Torra, mantiene una reunión de urgencia con su equipo en una jornada en la que están previstas nuevas movilizaciones.
El Gobierno baja un tono la contundencia respecto a su comunicado del martes por la noche, mientras en Barcelona había 157 barricadas con hogueras y otros disturbios en toda Cataluña que dejaron 54 mossos d'Esquadra y 18 policías nacionales heridos.
Entonces, el Gobierno dijo que "la violencia" durante la noche estaba siendo "generalizada en todas las protestas". No se hablaba, como este miércoles, de "grupos extremistas".
El propio Pedro Sánchez ha querido recalcar en Twitter su "firme y rotunda condena a la violencia que busca romper la convivencia en Cataluña". En la publicación ha mostrado su "apoyo" a las fuerzas y cuerpos de seguridad.
En la misma línea de condena de violencia se ha mostrado Oriol Junqueras, también en Twitter: Todo el apoyo a las movilizaciones y en las marchas masivas y pacíficas. Ninguna violencia no nos representa".
Reuniones con Casado, Rivera e Iglesias
En el comunicado de este miércoles, el Gobierno avanza además que Pedro Sánchez ha convocado en el Palacio de la Moncloa a Pablo Casado (PP), Albert Rivera (Ciudadanos) y Pablo Iglesias (Unidas Podemos) para analizar la situación. "El Gobierno garantizará la seguridad y la convivencia en Cataluña y recuerda que, si es necesario, actuará desde la firmeza, la proporcionalidad y la unidad", advierte el texto.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha insistido por su parte en el mensaje de que Torra mostrarse claramente en contra de los hechos ocurridos: "Torra tiene que salir y de una forma manifiesta y expresa mostrar su oposición al ejercicio de la violencia, minoritaria, pero que está poniendo en riesgo al resto".
Además, Marlaska ha advertido en una entrevista en TV3 de que "es el mínimo deber que tiene un presidente y es mostrar su oposición a la violencia". Los mensajes del Gobierno insisten en que lo ocurrido la noche del martes en Barcelona se está llevando a cabo por grupos "minoritarios" (una palabra que ha repetido en varias ocasiones durante la entrevista) pero que tienen que ser frenados por el independentismo.
"Es una cuestión de orden público"
"El movimiento independentista desarrollado en términos de paz tampoco es un problema, es una cuestión política. Cuando uno disiente ideológicamente, tenemos cuestiones, retos pero no tememos problemas. Ahora es una cuestión de orden público cuando se ejercita la violencia", ha añadido el ministro del Interior.
Grande-Marlaska ha defendido la colaboración y cooperación entre los Mossos y Policía Nacional y Guardia Civil y ha defendido la actuación proporcionada de todas las fuerzas.
Por eso, ha asegurado que no se están planteando activar la Ley de Seguridad Nacional ni cualquier otro mecanismo que vaya en contra de esta coordinación: "Sería una insensatez".
Comunicado íntegro
Reproducimos a continuación el comunicado remitido a los medios de comunicación a las 23:28 de la noche.
"Una minoría esta queriendo imponer la violencia en las calles de las ciudades catalanas, especialmente Barcelona, Tarragona, Girona y Lleida.
La violencia de esta noche está siendo generalizada en todas las protestas. Grupos violentos de manifestantes han atacado las sedes de las subdelegaciones en Tarragona, Girona y Lleida, y están provocando destrozos y actos vandálicos en otras localidades catalanas.
Es evidente que no estamos ante un movimiento ciudadano pacifico, sino coordinado por grupos que utilizan la violencia en la calle para romper la convivencia en Cataluña.
Ante esta situación, el gobierno quiere reconocer la labor de las fuerzas y cuerpos de seguridad de Estado, algunos de cuyos agentes han resultado heridos en los disturbios, y valora de manera muy positiva la coordinación y trabajo conjunto entre Mossos, Policía Nacional y Guardia Civil.
El objetivo del gobierno de España es y será en todo momento garantizar la seguridad y la convivencia en Cataluña, y lo hará si es preciso siguiendo su compromiso de firmeza, proporcionalidad y unidad".