"La única esperanza de los grupos violentos es que cometamos errores". Pedro Sánchez se aferra a la cautela para no ir más allá en las medidas que ya está tomando en Cataluña. El presidente del Gobierno ha comparecido pasadas las 21 horas de este miércoles en el Palacio de Moncloa tras reunirse con los líderes de PP, Ciudadanos y Unidas Podemos.
"Su única esperanza es vernos exaltados y divididos. Nos quieren exaltados para que caigamos en sus provocaciones y alimentemos una espiral violenta. Nos quieren divididos para debilitarnos y tratar de imponer su voluntad sobre la democracia", ha dicho Sánchez.
El llamamiento era claro y para PP, Ciudadanos y Unidas Podemos, que a lo largo del día expresaron puntos de vista muy diferentes. Pablo Casado y Albert Rivera pidieron más firmeza y que se iniciaran los preparativos para aplicar el artículo 155 de la Constitución (el PP) o que se hiciera para cesar a Quim Torra. "Les he invitado a mantener la unidad y a dejar en segundo plano intereses de partido para así dar una respuesta unitaria a este desafío", ha dicho Sánchez.
Según él, la "unidad" es imprescindible junto a la "firmeza democrática" y la "proporcionalidad". "Vamos a modular nuestra respuesta en función de cuál sea la actitud y la decisiones que tomen los responsables políticos institucionales en la Generalitat de Cataluña", ha dicho.
"Extraordinaria cooperación"
De momento, el Gobierno cree tener la situación bajo control gracias a la "extraordinaria cooperación" entre los Mossos d'Esquadra, la Policía Nacional y la Guardia Civil, que se suma a la creación de un gabinete de seguimiento dentro del Gobierno en el que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ejerce como portavoz.
Sánchez también se dirigió directamente a Torra. "Deseo hacer un llamamiento expreso al Presidente de la Generalitat de Cataluña. Tanto él como los miembros de su Gobierno, tiene el deber político, tienen el deber moral de condenar sin excusas y sin paliativos, con la máxima claridad y determinación, el uso de la violencia en Cataluña", según él, que no aclaró qué hará si esa condena no llega.
El presidente en funciones ha asegurado que Torra "no está gobernando ni para la mayoría minoritaria del independentismo en Cataluña", ya que prefiere hacerlo "cada vez más para un radicalismo" no representativo de lo que es Cataluña.
En ese sentido, Sánchez ha tratado de desmentir a los que le acusan de querer restringir el derecho a la manifestación. "Nada hay que objetar a quienes se manifiestan pacíficamente, ejerciendo su derecho constitucional. Es más, es la responsabilidad de los poderes públicos garantizar su derecho a la libre expresión pacífica de sus ideas", ha dicho. Pero garantizar ese derecho no supone no luchar contra los violentos.
Las peticiones de PP, Cs y Podemos
Sus declaraciones vienen después de un día de gran tensión por Cataluña que ha cercado mediáticamente a la Generalitat, empezando por su president, Quim Torra, y el conseller de Interior y responsable de los Mossos d'Esquadra, Miquel Buch.
En Moncloa, Sánchez ha recibido a los líderes de PP, Unidas Podemos y Ciudadanos para analizar la situación. Los tres salieron de sus respectivos encuentros por separado con la intención de que Sánchez no tiene ninguna intención de tomar medidas a corto plazo.
Pablo Casado reclamó a Sánchez que aperciba a Torra remitiéndole un requerimiento, paso previo para activar el artículo 155 de la Constitución, previsto para situaciones de emergencia y que permite, como último recurso, suspender la autonomía.
Albert Rivera, por su parte, pidió a Sánchez que lo active ya para destituir a Torra. Según él, no puede estar al mando de los Mossos y de la administración catalana alguien que llama a la desobediencia y no condena los episodios de violencia que se han visto en calles de varias ciudades, especialmente en Barcelona.
Pablo Iglesias no considera necesario tomar medida alguna, pero ha emplazado al jefe del Ejecutivo a que "diga si está con Casado y con Ribera o en el otro camino", el del diálogo y la negociación.