El operativo para el Rey será como el que usó Sánchez para su Consejo de Ministros en Barcelona
Casa Real, Interior y Delegación del Gobierno se inspiran en el dispositivo que se desplegó en la Llotja de Mar para blindar a la Familia Real.
31 octubre, 2019 03:21Noticias relacionadas
La visita de la Familia Real a Barcelona supone un importante reto de seguridad. El contexto de disturbios tras la sentencia del procés obliga a extremar las precauciones entorno al rey Felipe VI, la reina Letizia y sus hijas Leonor y Sofía. Todos ellos asistirán a la entrega de los premios Princesa de Girona, que se otorgarán en la ciudad catalana los próximos lunes y martes. Sin embargo, hay un antecedente para inspirar el dispositivo policial: el Consejo de Ministros que Pedro Sánchez celebró en la Llotja de Mar el pasado 21 de diciembre.
Casa Real, Interior y Delegación del Gobierno diseñan el dispositivo para proteger a los miembros de la Corona. Y se fijan en lo que ya ha funcionado: el despliegue policial en torno al Consejo de Ministros que se celebró en la Llotja de Mar el pasado 21 de diciembre.
En esa ocasión, los Mossos d'Esquadra fueron los encargados de blindar las calles colindantes al edificio para evitar la incursión de grupos radicales. El peso del operativo recayó en agentes del Área Regional de Recursos Operativos (ARRO) y de la Brigada Móvil (BRIMO). La Policía Nacional permanecía en posiciones de retaguardia, dispuesta a entrar en acción si el escenario se descontrolaba.
Un refuerzo especial
Es lo mismo que ocurrirá en los premios Princesa de Girona, con una salvedad: el Palacio de Congresos de Barcelona, a diferencia de la Llotja de Mar, se ubica en una zona de amplias vías, lo que facilita un despliegue eficaz y organizado frente a posibles radicales. En el caso del Consejo de Ministros, las calles eran estrechas y serpenteantes. Lo que en términos policiales denominaron una "ratonera".
En esta ocasión, Interior enviará alrededor de 250 agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional, más conocidos como antidisturbios. No se trata de un refuerzo excepcional, habida cuenta que en la capital catalana todavía está desplegada la operación Ícaro, compuesta por 2.000 policiales nacionales y guardias civiles que protegen infraestructuras críticas y sirven de apoyo a los Mossos en los disturbios.
Los llamamientos
La organización radical Arran ha hecho un llamamiento para boicotear la visita de la Familia Real a Barcelona. En ocasiones anteriores, los Comités de Defensa de la República (CDR) ya brindaron una "bienvenida caliente" a Felipe VI. Y tampoco se descarta que Tsunami Democràtic movilice por sus vías a las bases independentistas para que participen en protestas.
Además de esas amenazas, hay que recordar que Barcelona está sumida en una grave crisis de inseguridad tras la publicación de la sentencia del procés. Durante toda una semana, Barcelona fue escenario de graves algaradas que dejaron a más de 300 agentes policiales heridos y cuantiosos daños materiales en la ciudad.
Las bases violentas han proyectado un calendario de movilizaciones para responder a determinados acontecimientos políticos o judiciales. Entre otras, han llamado a protestar en la jornada de reflexión de las elecciones del 10-N o en el Clásico entre FC Barcelona y Real Madrid, aplazado a diciembre precisamente por la crisis de inseguridad.