El rey Felipe VI ha hecho este lunes en Barcelona una apasionada defensa de la España constitucional y democrática a la que, según él, Cataluña ha contribuido de forma especial. Y la Cataluña constitucionalista, con autoridades, empresarios y representantes de colectivos sociales, respondió con una larga ovación. Su visita tuvo lugar al hilo de la entrega de los Premios Princesa de Girona, que contó con el primer discurso en público de la princesa Leonor en Cataluña y con sus primeras palabras en catalán.
"Hay ocasiones en que las presencias adquieren un significado más trascendente que las palabras. En que a través de actitud se expresan también unas convicciones y unos sentimientos profundos. Hoy es una de esas ocasiones importantes", ha dicho Felipe VI, consciente de la contestación que de su figura hacen los partidos independentistas. En las inmediaciones del Palacio de Congresos de Cataluña donde se celebró el acto, las medidas de seguridad eran extremas y cientos de personas protestaban contra el discurso y la presencia del monarca.
Sin embargo, él ha querido ensalzar los valores democráticos de Cataluña y el resto de España, que según él fueron los que contribuyeron a la llegada de la democracia a España en la Transición.
"Estos valores representan, sin duda, la mejor historia de Cataluña. No pueden ni deben ser un recuerdo del pasado sino una realidad efectiva en nuestro presente y de nuestro futuro. Una realidad en la que no pueden tener cabida ni la violencia ni la intolerancia ni el menosprecio a los derechos y libertades de los otros", ha dicho, cosechando una ovación.
La referencia era nítida y clara a las semanas de violencia que se han vivido en las calles de Cataluña y muy especialmente en Barcelona, ante las que la Generalitat y los partidos independentistas se han puesto, en general, de perfil, cuando no han apoyado tácitamente como una forma de protesta contra el Estado.
"No volver a parar la Historia"
El Rey ha alabado a Cataluña y al conjunto de España, "un pueblo que decidió hace más de 40 años reencontrarse para convivir, juntos y en libertad, bajo principios democráticos, reunidos en el valor de su diversidad, y afrontar con lealtad y confianza la superación del pasado y la construcción de una sociedad moderna y avanzada, integrada en Europa y abierta al mundo".
"En este gran proyecto democrático que nos unió a todos en este deseo de no volver a parar la Historia y no quedar al margen de la evolución de los tiempos, la contribución de Cataluña fue inspiradora para el resto de España. Una Cataluña orgullosa de sus signos de identidad. Plural e integradora, constructiva y solidaria con el progreso general. Una Cataluña en la que el esfuerzo, la responsabilidad, el compromiso, el respeto y el espíritu cívico enriquecieron las raíces de la sociedad democrática de la que hoy disfrutamos", ha dicho.
En el acto estaban numerosos representantes institucionales, entre ellos, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, el teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Collboni o la presidenta de la Diputación de Barcelona y alcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat, Nuria Marín, los tres socialistas.
Un mundo sin fronteras
El monarca ha hablado del mundo actual, el de los jóvenes premiados, "en el que nuestros jóvenes no pueden vivir aislados, recluidos en fronteras impermeables, en el que las fronteras hoy las marcan el conocimiento, la formación, la educación, la investigación y también los valores humanísticos que inspiran la defensa de un mundo más justo, más solidario y más sostenible. Un mundo en el que conocer culturas que no son las propias enriquece y emociona, en que asumir nuevas ideas en nuestra manera de pensar nos ayuda a matizar nuestro mundo interior y nuestra visión de las cosas. En el que salir para ir a otros lugares nos engrandece y nos abre nuevas perspectivas. En el que disponer de referencias sólidas y de liderazgos apasionados y serenos nos ayuda a afrontar las incertidumbres del tiempo que vivimos"