De momento, son minoría. Suenan a contracorriente comparados con los primeros mensajes oficiales, encaminados en parte a ganar tiempo. Pero ya se han puesto en marcha. Tanto en el PP como en el PSOE hay voces que apuestan por un gran pacto entre ambos para superar el bloqueo, según ha podido constatar este periódico a través de dirigentes próximos a los líderes de ambas formaciones.
Un gran pacto entre PP y PSOE sumaría 208 diputados: suficiente para superar una investidura (la mayoría absoluta está en 176) y, no menos importante, para sacar adelante reformas pendientes clave y que requieren de un gran consenso.
No es la vía que en público aseguran explorar los dos partidos. Al contrario. El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, aseguró que no espera nada del PP. Ábalos, como Pedro Sánchez en la reunión a puerta cerrada de la Ejecutiva, volvió a descartar la conocida como "gran coalición" que haría al líder socialista presidente y al popular vicepresidente. Sin embargo, los socialistas siguen haciendo apelaciones genéricas a que "todos" los partidos salvo Vox y los independentistas contribuyan al desbloqueo.
El partido de Pablo Casado ya ha avanzado que no pretende facilitar la gobernabilidad y la investidura de Pedro Sánchez. Este lunes, el PP ha sido más cauto, pero en la noche electoral, Casado advirtió de que los programas de ambos partidos son "incompatibles".
El análisis de los resultados hace prácticamente descartable la abstención del PP. Tendría el mismo coste que el apoyo expreso y ningún beneficio, y podría ser inútil teniendo en cuenta el riesgo de haber más "noes" que "síes" en la crucial votación de investidura. Es más, Vox pidió este lunes al PP que se abstenga.
"Es sí o no, pero no será abstención", explica a este periódico un alto dirigente del PP, convencido de que Casado debería considerar el voto afirmativo. "Pero necesitamos un gesto del PSOE", añade.
El gesto podría venir en la ronda de contactos que el líder del PSOE va a iniciar con las principales fuerzas políticas. Anunciada por Ábalos en Ferraz, tendrá lugar en los próximos días.
El propio Ábalos descartó también la abstención de los conservadores. "Su margen es muy escaso por la presión de la ultraderecha", en palabras de Ábalos.
Plan antibloqueo
Sin embargo, el plan antibloqueo de Sánchez, presentado en precampaña electoral, contiene algunos anzuelos que podrían servir como inicio a conversaciones más en serio.
Son en total cuatro reformas: una respuesta unitaria en Cataluña, un nuevo Pacto de Toledo sobre las pensiones, un acuerdo de financiación, que incluya medidas contra la despoblación, y una reforma para evitar nuevos bloqueos en la investidura.
El propio Casado ofreció más de una decena de pactos de Estado a Sánchez en Moncloa, por lo que ese es el material con el que comienzan a trabajar aquellos que quieren esa gran entente.
Los contactos, aseguran próximos a Sánchez, podrían ser muy discretos entre ambos partidos ya que, si hay posibilidad de éxito, no puede dinamitarse con filtraciones. Los partidarios del gran pacto en el PP advierten de que el primero que tiene que estar convencido es el propio Sánchez.