La campanada de Pedro Sánchez estaba reservada para la presidencia del Senado. Pilar Llop. Jueza. Políglota. Feminista. Experta en violencia de género; inclinada hacia el Derecho Internacional. Sobre sus hombros recaerá una de las mayores responsabilidades políticas en tiempos convulsos por las tensiones regionales. ¿Cómo se desempeñará en su cargo? "Metodismo, prudencia y mucho diálogo", dicen de ella algunas de las voces con las que ha trabajado en el ámbito jurídico.
Pilar Llop nació en Madrid en 1973 y se licenció en Derecho en la Universidad Complutense; en 1999 accedió a la carrera judicial. Encaminó sus pasos profesionales hacia la defensa de las víctimas de la violencia de género. "Se las vio con casos muy duros en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 5 de Madrid", detallan antiguos compañeros.
Entre sus cualidades, "empatía". Virtud que desarrolló como letrada jefe de la Sección Observatorio Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial. "Es capaz de crear sinergias positivas en los equipos que forma, en los que se desenvuelve de forma coherente y sólida".
De ahí saltó a la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género. Entre sus labores, desarrollar sin fisuras el pacto de Estado contra esta lacra. Casi 300 medidas llamadas a paliar la violencia sobre la mujer: "Es ahí donde dio el do de pecho, combinando sus conocimientos jurídicos, su sensibilidad feminista y la implicación de diferentes órganos institucionales con la sociedad civil".
Una jueza "viajera"
Su carera judicial, no obstante, ha tenido una segunda columna vertebral. Es ahí donde le ha sido especialmente útil su dominio del inglés, francés y alemán; también sus conocimientos de italiano y búlgaro.
"¡Qué viajera ha sido!". Su currículum detalla trabajos como consultora internacional "en diversos países de la Unión Europea y en situación de pre-adhesión, así como en América Latina en temas relacionados con reformas de los sistemas judiciales, en materia penal y en violencia de género".
Salto a la política
Su carrera política ha sido fulgurante. No está afiliada al PSOE, pero cuenta con la total confianza de la dirección socialista madrileña. Es diputada en la Asamblea de Madrid desde mayo de 2015, portavoz de la Comisión de Justicia, de la Comisión de Estatuto de Autonomía, Reglamento de la Asamblea y Estatuto del Diputado y Vocal de la Comisión de Presidencia.
Trincheras en las que ha desarrollado su faceta más política en los últimos meses de la mano de Ángel Gabilondo. "Ha disfrutado y aprendido mucho de esta experiencia, donde se ha sentido muy útil al servicio del ciudadano". Un impasse en el que también ha sido madre.
Pilar Llop es senadora por designación autonómica de la Asamblea de Madrid. Entre sus retos futuros tendrá que lidiar con una Cámara Alta marcada por la fragmentación. El PSOE ha perdido representación en los últimos comicios; de 121 senadores que obtuvo en abril, a 92 en noviembre. Por contra, el PP pasó de 66 representantes a 84.
Así, Pedro Sánchez pasa página a los tiempos de Manuel Cruz. Su presidencia en el Senado ha sido atípica. Además de por la brevedad -accedió al puesto en mayo de este año-, por su erosión política. Entró de rebote, tras el veto de los nacionalistas catalanes a Miquel Iceta. Sufrió las acusaciones de plagio de su libro y recientemente aseveró que Pablo Iglesias "no se ha ganado un sitio en el Gobierno". Los pactos de Gobierno entre PSOE y Unidas Podemos desautorizaron su discurso.
Ahora, Pilar Llop tendrá que conjugar la nueva realidad política con los retos que supone presidir la presidencia del Senado.